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¿Tiene 'Succession' el mejor capítulo de la historia de las series?

Este artículo contiene spoilers.

Imagen del tercer capítulo de la cuarta temporada de Succession.
Imagen del tercer capítulo de la cuarta temporada de Succession. HBO

"El funeral importa más que el muerto y la boda más que el amor", escribió una vez Eduardo Galeano. El tercer capítulo de la cuarta temporada de Succession se emitió el pasado 9 de abril y ya es considerado como uno de los mejores episodios de la historia de las series. 

Un contexto alegórico, un barco. Las rencillas familiares de la familia Roy llegan a su cúspide y durante el episodio titulado Connor's Wedding, el patriarca y protagonista Logan Roy perece en un avión fruto de un infarto. No hay frase de despedida, no hay discurso, ni última conversación. Un depredador muere en el baño de un avión. Desde que el capítulo proyecta la cabecera de la serie, a Logan no se le vuelve a ver la cara. Punto y final. 

El episodio cuenta con una calificación de 10/10 en IMDB, web de cine por excelencia que alberga datos y curiosidades del séptimo arte. 14.000 votos que le ponen la máxima nota. Un consenso aplastante en tiempos de discusión y desencuentro. 

Se suma así a un pequeño reducto de capítulos de producción estadounidense aclamados por la crítica y el público: La Constante, de Perdidos, es uno de ellos. El otro, Ozymandias, de Breaking Bad. Son escasas, contadas, las veces que una serie tan masiva produce un aplauso tan unánime. 

El episodio contó en sus primeras horas con más de 2 millones de espectadores, puliendo los datos del capítulo anterior. Aún faltan siete episodios para que Succession llegue a su final y el protagonista ha muerto.

Horas después de emitirse, uno de los guionistas de la serie contaba en Twitter cómo habían guardado el secreto del fallecimiento de Logan. "Era un secreto difícil de guardar. Lo decidimos el 22 de enero. Para que nadie se enterara,  usamos un código. Larry David se refería a Logan Muere. Así que el episodio  decía La boda de Connor, Larry David. Eso sí, ese también habría sido un gran episodio", desvelaba Georgia Pritchett con ironía final.

Los propios actores han desvelado cómo fue el rodaje de ese episodio, con una particularidad que el espectador percibe antes de conocer el rodaje: la escena en la que los hijos de Logan se comunican con su padre, ese último contacto. Se grabó con varias cámaras en tiempo real. La escena total dura unos 28 minutos y se hizo sin interrupciones. Puro teatro. 

"En cine grabas unas dos páginas de guion al día y nosotros hicimos 28 páginas", cuenta Jeremy Strong, que interpreta a Kendall en la ficción y que durante este episodio suelta una de las frases más duras de la serie: «No puedo perdonarte, pero te quiero».

La muerte de Logan trae una segunda parte del episodio fría y cruel, donde todos los que le rodeaban comienzan a posicionarse de cara al futuro de la empresa. El cadáver aún está caliente pero la familia y los empleados aguardan por su futuro. 

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