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Mod japoñol Talbo, un japonés viviendo en la era mod

Hirokuni Talbo Kyomoto se apasionó por la música mod española cuando descubrió un disco de La Ruta en una tienda de Osaka. Decidió aprender castellano y versionar a la crema de la escena: Los Flechazos, Brighton 64, Cooper y Los Negativos

Talbo Mods



Hay un tipo en Japón que no sólo se sabe las canciones de los grupos más granados de la música mod española, sino que se ha propuesto aprender nuestro idioma para poder cantarlas. De hecho, ya ha grabado varias: los grupos que han tenido la suerte de que el hermano japonés los haya versionado son Los Flechazos, Brighton 64, Los Negativos y Cooper.


Talbo Mods es el nombre artístico tras el que se esconde Hirokuni Talbo Kyomoto, un treintañero de Osaka que cayó rendido ante los modernistas españoles cuando se topó un disco de La Ruta —que en los noventa publicó cinco vinilos con Animal Records y un sexto con Bip Bip Records— en una tienda de discos de su ciudad. “Ese nuevo sonido era la respuesta a lo que estaba buscando, por lo que me encantaron”.


Luego tiró del hilo de la banda de Mieres y fue descubriendo a los citados combos, así como a los barceloneses The Gurus o los murcianos Art School. “No era fácil hacerte con la edición japonesa de Los Flechazos, pero cuando escuché el disco me dejó pasmado. Aquello era increíble”, explica Talbo desde Osaka. “Su música me volvía loco y me hacía olvidarme de todo. Así fue como empezó a fliparme el mod español”.



Álex Díez, líder de Cooper, recuerda que al final de su carrera Los Flechazos editaron dos singles con el sello inglés Detour y un cedé con el alemán Fortune Records. También se habían distribuido algunos discos en el extranjero a través de Warner, a la que pertenecía su compañía, DRO. “Ya en Elephant, editamos nuestros dos últimos álbumes en Japón a través de Tokuma. Contenían extras y un libreto escrito por Hisashi Kato, cantante de la banda The Collectors”, explica Díez, cuya banda estuvo a punto de tocar en la isla.


El cantante de la extinta banda leonesa, ahora embarcado en Cooper, reconoce el éxito en la escena mod de Japón, que califica de nutrida y fuerte. “Ya sabes cómo son los japoneses: intentan inspirarse al dedillo y cuidan el detalle. Son muy miméticos”. Díez, que se ha escrito con Talbo a través de Facebook, acota sus gustos: “Le gusta más la escena mod de los ochenta y noventa que de los sesenta y setenta”.



El aficionado nipón reconoce que es así, aunque tiene un motivo: “No entendía bien el mod de vieja escuela porque no pertenecía a mi tiempo, por eso busqué un nuevo sonido que se adaptase a mi época”. Ahí entra en escena La Ruta y el resto de los grupos patrios. “Creo que España es la mejor liga del mod e incluso me atrevería a decir el mejor del mundo. Admiro sus bandas, que para mí han sido muy importantes”.


Si bien este año no se ha estrenado, Talbo suele tocar una vez al mes en bares y salas de conciertos de Osaka —donde trabaja como diseñador gráfico—, aunque también ha dado el salto a Kobe. En los bolos, interpreta las versiones citadas, otras inglesas y alguna canción propia. De España, sólo conoce Barcelona, mas le gustaría regresar a nuestro país para subirse a un escenario. “Espero que suceda algún día, es mi sueño”, confiesa.



Quizás sea realizable… Xabier Graña, organizador del Xiriapop, le ofreció en su día la posibilidad de estrenarse en el festival gallego. "Mantengo la propuesta. Cuando Cooper vuelva a tocar, está invitado a subirse al escenario e intentaría que tocase con Álex”, promete Graña, consciente de las limitaciones para traerlo desde Japón. “Tendría que venirse por su cuenta y plantearse el viaje como unas vacaciones en España, aunque contaría con alojamiento gratis y podría darse el gusto de poder tocar con uno de sus ídolos”.


Por ejemplo, Tú me dijiste adiós, de Los Brincos, versionada tanto por Cooper como por él, o Tengo miedo, de Los Flechazos. Dos de sus cortes favoritos junto a Moscas y arañas, de Los Negativos; Fotos del ayer, de Brighton 64; Flamenco, de Los Brincos; y, atención, Me están mirando, de Rocío Dúrcal. Talbo es tan educado —y gallego— que prefiere evitar pronunciarse sobre sus grupos favoritos. “Hay tantos, que no puedo responder. Tienes que disculparme. Lo siento”.


“Es muy majete”, cree Díez. “Un tío muy respetuoso y agradecido”, secunda Graña, quien recuerda que un día le pidió amistad en Facebook después de ver sus posts. “Una persona te lleva a otra y, al final, se ha relacionado con toda la escena española. Pero lo que más me sorprende de él es que no le interese para nada el pop japonés”, afirma el responsable del Xiriapop, que aplaude el esfuerzo del abanderado del mod japoñol. “¡Porque el tío canta en castellano y, además, de una forma bastante decente!”.


Sin embargo, Talbo no nació mod. Cuando estudiaba secundaria, era un apasionado del punk rock, aunque con los años se fue quitando. “Empecé a tocar con quince años, pero me alejé de aquel ambiente cuando vi que algunas bandas eran violentas o se lo tomaban a coña, desnudándose en el escenario y esas cosas. Además, no me sentía a gusto en clase ni con mis compañeros, por lo que me centré en la música y en la moda”, rememora. Fue cuando se cruzó en su camino el mod, primero anglosajón y luego español, con el que se ha terminado quedando. “Los hermanos Gil y el señor Álex Cooper son mis superhéroes”.


Precisamente, Albert Gil, guitarrista de Brighton 64, recuerda que cuando estaba al frente de Bip Bip Records le llegaban pedidos desde Japón. Hace casi dos años, Talbo versionó Soy un tanto antiguo, lo que le hizo ilusión por varios motivos. “Por una parte, tiene mérito que un japonés coja una guitarra y grabe una canción en español. Por otra, es una ilusión que se tome la molestia en grabar uno de nuestros temas”, afirma el músico barcelonés.


“Eso siempre supone un orgullo, porque no nos ha sucedido mucho, pese a haber influido en mucha gente. Digamos que nuestros colegas no se han prodigado con nuestras canciones [risas]”, añade Gil, quien recuerda que El Canto del Loco hizo una versión de La casa de la bomba. “Su cantante, Dani Martín, me explicó que había sido fan del grupo cuando era niño y formaba parte de su memoria emocional, por lo que decidió incluirla de forma natural en el disco Por mí y por todos mis compañeros”.


Talbo no sólo es un aficionado al mod de aquí, sino que con el tiempo se ha ido empapando de nuestra cultura. “La feliz oportunidad de conocer a las bandas españolas despertó también mi interés en vuestro país. Amo la moda, la cultura, las calles, la música, la gente y, en fin, todo de España. Prefiero vuestras películas a las americanas… ¡y hasta mis zapatos y la ropa que visto son de marcas españolas!”, concluye Talbo.


Los Negativos somos gente afortunada”, escribía la banda barcelonesa en Facebook hace ya un año. “Tenemos amigos por todo el mundo [...], pero jamás pensé que alguien en Japón nos dedicase ni cinco minutos. Talbo Mods, en Osaka, ha ido más allá. Su amor por la música mod le ha llevado tan lejos que hasta ha aprendido a hablar español y graba versiones tan personales y auténticas como ésta de Bagdad”. El aprecio, como dejan claro unos aquí y otro allá, es mutuo. ¡Larga vida al modernismo japoñol!

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