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Treintañeros atrapados en mundos fantásticos

Las editoriales dirigen la literatura heroica juvenil hacia un público adulto en busca de conseguir más lectores

Paula Corroto

Las puertas del metro se abren y entra un chico de unos treinta años con un libro en las manos. En la solapa se puede leer Las crónicas de Narnia. Se sienta, lo abre y lee. En la contraportada se advierte: literatura juvenil. No importa. Él está enganchado, como antes lo estuvo a la saga del mago Harry Potter o como pronto lo estará, si las estrategias de márketing funcionan, a Los seis signos de la luz, otra novela de fantasía épica ‘maravillosa' que está a punto de llegar al cine.


Este es sólo un caso, pero hay cientos, miles. ¿Qué está ocurriendo para que la narrativa ‘maravillosa', esa que se ocupa de los dragones y mazmorras y que está destinada a los adolescentes, esté captando cada vez más a los adultos de 25-35 años? ¿Se debe a la infantilización de los lectores?


Huracán Potter
'Hay un grupo de lectores que sólo lee aquellos libros que vienen respaldados por una gran campaña mediática. Y es evidente que, tras el huracán Harry Potter, muchas editoriales se han dado cuenta de que existe un público que antes no leía, pero que sí puede leer obras cuyo nivel literario es muy bajo, ya que al fin y al cabo es para chicos de 16 años', explica Luis García Prado, editor de Bibliópolis.


Todo lo contrario sostienen en Alfaguara. Precisamente acaban de fichar a la escritora Laura Gallego, superventas con la saga Memorias de Idhun, publicada en SM. Una demostración de la confianza que en esta empresa tienen en el boom del género fantástico juvenil. De hecho, tal y como afirman fuentes de la editorial, 'el éxito actual no se debe ni a una infantilización ni a tratar a los adultos como niños. Más bien al contrario. Son libros que tratan a los niños como adultos. La temática es aparentemente juvenil, pero el lenguaje y ciertos contenidos son adultos'.


El profesor de Literatura Comparada en la Universidad Autónoma de Barcelona David Roas tiene un veredicto más taxativo. Según él, no hay un problema de infantilización en los adultos que leen literatura épica ‘maravillosa', ya que éste es un género de evasión que siempre ha tenido éxito. Lo que él ve más grave es que 'son novelas moralmente muy conservadoras. Todo está bien ordenado. No tiene nada que ver con la literatura fantástica de E.T.A Hoffmann, Poe, Maupassant o Lovecraft, que era increíblemente transgresora'.


Sin embargo, ¿existe algún tipo de literatura heroica actual apta única y exclusivamente para adultos? 'Por supuesto que sí', apostilla Luis García Prado. Entre los nombres, apunten los siguientes: Andrzej Sapowski (La saga de Geralt de Rivia); George RR Martin (Fuego y hielo); Úrsula K. Leguin (Cuatro caminos hacia el perdón) o Anselm Audley. Renovadores del camino marcado por J.R Tolkien y muy alejados de la pubertad de las Crónicas de C.S Lewis.

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