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Las tres lecciones de la escuela seriéfila británica

Las series británicas no dejan de triunfar al otro lado del Atlántico. Crítica, público y premios caen rendidos a sus pies. Títulos como ‘Downton Abbey’ y ‘Sherlock’ son habituales en las nominaciones mientras surgen nuevos títulos como ‘The Missing’ y ‘The Honorable Woman’ y se anunciar remakes de ‘Luther’ y ‘Utopía’. ¿A qué se debe este éxito?

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Combo de varias series británicas emuladas en EEUU.

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En un panorama televisivo tan abierto y global, donde proliferan los canales temáticos y donde las producciones se amontonan en la línea de salida esperando a encontrar un resquicio en la parrilla en el que ser programadas, las series ‘made in UK’ se han hecho un notable hueco a base de guiones de calidad, actores de fuerte presencia y propuestas arriesgadas. No hace falta remontarse muy atrás en el tiempo para encontrar muestras de su éxito. El pasado domingo, sin ir más lejos, en unos Globos de Oro plagados de sorpresas, una de ellas vino de la mano de Joanne Froggatt.

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Hay ejemplos tan recientes como Elementary (la Sherlock yanqui), Gracepoint (basada en la redonda Broadchurch), House of Cards, las futuras Utopía y Luther y las más alejadas en el tiempo The Office, Being Human, Queer as Folk, Shameless y Mistresses

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Podría argumentarse que se debe a que Downton es muy británica. Cierto. Aunque, ¿hay algo más británico que Sherlock Holmes? Con la serie de Steven Moffat y Mark Gatiss sí que se arriesgaron al igual que con tantas otras británicas que han intentado ‘nacionalizar’ con mayor o menor éxito. Ahí están ejemplos tan recientes como Elementary (la Sherlock yanqui), Gracepoint (basada en la redonda Broadchurch), House of Cards, las futuras Utopía y Luther y las más alejadas en el tiempo The Office, Being Human, Queer as Folk, Shameless y Mistresses. Algunas como The Office y House of Cards cuajaron y otras como Gracepoint, no tanto. Comprensible lo de Gracepoint si se tiene en cuenta que su prima hermana había sido ya emitida y que las similitudes entre la original y su remake llegaban a tal punto de que el papel protagonista estaba interpretada en ambos casos por David Tennant.

En el Reino Unido pocas series sobrepasan la decena de episodios y algunas como Sherlock y Black Mirror se limitan a tres por temporada

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La primera es, quizás, la lección más importante y de la que todo el mundo debería tomar nota. Cierto es que no es exclusiva de los británicos, pero no lo es menos que son quienes mejor la ponen en práctica. ¿Por qué hacer series de 23 o 24 capítulos de duración cuando puede contarse lo mismo en diez? En el Reino Unido pocas sobrepasan la decena de episodios y algunas como Sherlock y Black Mirror se limitan a tres por temporada. Con esto se consigue un doble efecto: prescindir del innecesario relleno o estiramiento de la historia y generar en el espectador la necesidad de más.

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