Este artículo se publicó hace 14 años.
Un viaje a las raíces del silencio
El musicólogo Ramón Andrés reúne a 20 autores místicos en un libro sobre espiritualidad y "pensamiento radical"
El silencio puede llegar a ser insoportable para los amantes de la incontinencia verbal. Si ese es el caso, No sufrir compañía. Escritos místicos sobre el silencio (Acantilado) puede resultar una lectura de las que molestan. En este libro, el musicólogo y ensayista Ramón Andrés (Pamplona, 1955) ha compilado textos alrededor de "algo más que la interrupción del sonido" de veinte autores místicos, entre los que se encuentran Juan de la Cruz y Teresa de Jesús, pero también otros menos conocidos como Francisco de Osuna y Alonso de Orozco, a los que ha rescatado del olvido.
"Algunos fragmentos no tienen ni edición moderna. Los he sacado de las bibliotecas, siempre estoy en ellas buscando. Un autor te lleva a otro y así he encontrado libros del siglo XVI, que desde entonces a lo mejor se han abierto tres veces, y esto me gusta muchísimo", detalla Andrés con la sonrisa serena que le caracteriza.
"Seríamos más esenciales sin despilfarrar tanto lenguaje"
Cuenta que el pensamiento radical es lo que une a Miguel de Molinos, San Juan de la Cruz o Francisco de Osuna: "Estos místicos eran muy extremos y estaban muy mal vistos por la Inquisición y por la Iglesia, porque se les acusaba de protestantes. Eran pensadores que incomodaban, y en aquellos momentos de contrarreforma estaban apartados".
El descanso de la menteEl autor dice que el libro puede interesar a la gente que se sienta disconforme con muchas cosas y que se interese por el silencio y la espiritualidad. "Sólo se debe dejar de callar cuando se tiene algo que decir más valioso que el silencio", escribió Dinouart en El arte callar, frase que Ramón Andrés comparte rotundamente.
"Hemos olvidado que la intuición es un camino liberador"
"El no hablar es una cuestión de prudencia. Seríamos más esenciales sin despilfarrar tanto lenguaje. Con las palabras hay que ser ahorrativo", asegura este hombre con vocación de rescatador, para quien "la historia tiene muchos matices". ¿Y por qué eligió el silencio como hilo conductor para un libro? "Es un tema que siempre me ha interesado porque procura un espacio de reflexión y de descanso de la mente, algo importante viviendo en este mundo más que complejo. Hay mucha erosión de la persona, y el silencio es un contrapunto necesario", responde el fundador de la primera escuela de música antigua de nuestro país.
Los textos que ha escogido, además de recorrer todas las caras del silencio, también tratan sobre el valor de la intuición. "Estamos tan tiranizados por la razón, ese racionalismo que nos determina, que hemos olvidado que la intuición es un camino liberador. Biológicamente somos intuitivos. Los artistas, los poetas, estos místicos cultivaron mucho lo que no se puede explicar. Si no concedes tanto crédito a este simulacro de la realidad, en el silencio de la meditación pueden aparecer otras estructuras que no son las racionales", dice desafiante.
Andrés también escribe poemas, aunque ahora está elaborando un diccionario de música, mitología y magia. "Tendrá 2.000 páginas, y hablará de todos los orígenes musicales. Todas las creencias tienen un tronco común: la búsqueda de explicación de algo que nos excede y que es lo inexplicable, de lo que no se ve pero está ahí. ¡Y la música es fantástica para ver ese tronco común!", avanza un hombre que, a los 55 años, dice que empieza a entender algunas cosas.
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