Este artículo se publicó hace 13 años.
Vincent Van Gogh no se suicidó, según una nueva biografía
La obra sostiene que el artista murió a causa del disparo accidental de un adolescente
Una nueva biografía sobre Vincent Van Gogh publicada hoy en el Reino Unido sostiene que el artista no se suicidó, sino que murió de un disparo accidental de un adolescente en la localidad francesa de Auvers-sur-Oise en 1890.
Esta es una de las principales revelaciones de "Van Gogh: la vida", escrita por los estadounidenses Steven Naifeh y Gregory White Smith, ganadores del premio Pulitzer en 1990, que investigaron la vida del artista holandés durante más de una década en colaboración con instituciones como el museo Van Gogh de Amsterdam.
Tras estudiar miles de documentos y libros relacionados con el pintor, los autores concluyen que, contra lo que se creía, no se suicidó en Auverssur-Oise, sino que fue alcanzado por el disparo de un joven de la localidad, a quien conocía, cuando se lo encontró en un campo de trigo al que solía ir a pintar.
Según el libro, fue René Secrétan, un joven veraneante de 16 años obsesionado con el Lejano Oeste, quien le alcanzó en el pecho de forma accidental cuando, vestido de vaquero, manejaba un arma de calibre 380 estropeada.
De acuerdo con la biografía, el solitario y atormentado Van Gogh, que conocía al chico y a su hermano de beber con ellos de vez en cuando, volvió tambaléandose hacia la posada Ravoux donde se alojaba, en la que murió 30 horas después. Cuando alguien le preguntó si se había querido suicidar, el artista respondió vagamente: "Creo que sí".
Los autores opinan que lo dijo para defender a René Secrétan y a su hermano Gaston, que también estaba presente ese 27 de julio de 1890.
Su supuesto suicidio forjó su leyenda y disparó su cotización
Argumentan que la versión del suicidio, que forjó su leyenda y disparó su cotización tras su muerte, no casa con la opinión que el pintor tenía del acto, que había tachado de "cobarde" en sus cartas, ni con el tipo de disparo oblicuo en su pecho, pues hubiera sido en línea recta si Van Gogh le hubiera dado al gatillo. Tampoco se encontró jamás el arma utilizada ni el caballete y los pinceles que supuestamente se había llevado con él al campo para pintar.
Aunque Naifeh y White admiten que "nadie sabe lo que ocurrió" en realidad, proponen su versión, que documentan con pruebas y testimonios.
Así, consideran prueba de que Secrétan disparó por error al artista el hecho de que este, que se convirtió en banquero y experto en tiro, se mostró vago sobre la muerte del pintor en una entrevista que concedió antes de morir a los 85 años.
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