Ser uno de los -ahora díscolo- discípulos del añorado Mourinho en Londres ni siquiera le ha bastado a André Villas-Boas para durar al menos un año en el Chelsea, que le ha despedido este domingo tras el enésimo palo de la temporada.

El portugués llegó esta temporada como el último capricho del multimillonario ruso Roman Abramovich, que se ha dejado una auténtica millonada en sus nueve años en el club.

El magnate pagó una cláusula de 15 millones de euros al Oporto para hacerse con sus servicios y le firmó un contrato de tres temporadas a razón de unos 5,5 millones de euros.

Ahora, despedido y con todavía dos temporadas y media de sueldo pendientes que tendrá que cobrar, Abramovich se habrá gastado unos 31,5 millones de euros en seis meses de un entrenador.

A sus 34 años, el portugués llegaba como el técnico de moda a la capital británica. Acababa de ganar Liga, Europa League y Copa en su país natal y todo parecía perfecto para él en Londres. Pero no ha sido así, sino todo lo contrario, un polvorín.

El equipo se encuentra casi eliminado de la Champions tras caer estrepitosamente ante el Nápoles (3-1) y a 20 puntos del líder en la Premier League, el Manchester City de multimillonario jeque Mansour, tras caer ayer otra vez ante el West Bromwich (0-1).

Los pesos pesados -y mayores- del equipo no le han dejado maniobrar

El vestuario tampoco le ha ayudado. Villas-Boas ha intentado montar un nuevo equipo con jóvenes como los españoles Mata y Romeu, pero los pesos pesados -y mayores- del equipo no le han dejado maniobrar. Jugadores como Ashley Cole o Terry le han hecho la cama durante toda la temporada, y el vestuario está dividido en clanes, con los españoles a un lado.

Cuestionado por todos en Reino Unido, tampoco ha sido capaz de dar con la tecla del equipo, como muestra la falta de una delantera clara, donde se han movido Drogba, Kalou, Mata o Torres durante esos seis meses. Un Torres que se ha visto relegado al banquillo, pese a ser uno de los fichajes más caros de los últimos años.

'André Villas-Boas se ha separado hoy del club Chelsea. La junta (del club) quiere darle las gracias por su trabajo y queremos expresar nuestra decepción de que la relación terminara tan pronto', señala el comunicado del club, que añade que su sustituto temporal será Di Matteo.

'El club aún compite en las últimas etapas de la Liga de Campeones de la UEFA y la Copa de FA (Federación de Fútbol), así como desafiando un lugar entre los cuatro primeros en la Premier League (liga), y tenemos como objetivo ser lo más competitivos posible en todos los frentes', puntualiza el texto.

En las últimas semanas, la sombra de Mourinho ha sido demasiado alargada para su compatriota, con la grada 'blue' coreando el nombre del ahora entrenador del Real Madrid y Mou 'jugando' con sus viajes turísticos a Londres, que ponían de los nervios a Villas-Boas.