Un agónico triunfo, culminado por el portugués Simao Sabrosa con un golazo de falta en el tiempo de descuento (2-1), impulsó al Atlético de Madrid a la primera posición del grupo B de la Copa de la UEFA ante un buen Panathinaikos, al que su orden defensivo le permitió controlar casi siempre el encuentro.

El dominio de la situación de los visitantes llegó hasta prácticamente el último cuarto de hora, al que se llegó con un 0-1 a favor del conjunto griego, pero los tantos de Luis García y el extremo luso rescataron al equipo español, hoy muy irregular durante los noventa minutos, pero ganador inesperado del duelo.

El liderato del grupo B estaba en juego en el Vicente Calderón, con apenas 12.000 espectadores en las gradas y con un Atlético tan frío como el ambiente en el arranque del duelo, sobre todo por el orden defensivo de su contrincante, que demostró en el inicio por qué sólo había encajado un gol en cinco partidos de UEFA.

El repliegue griego en su campo, con las líneas muy juntas, ahogó la creación del conjunto rojiblanco, que, salvo un disparo del argentino Maxi Rodríguez -a los dos minutos-, apenas apareció en el primer cuarto de hora por la portería del equipo rival, que también avisó de su peligrosidad ofensiva.

Ya lo había advertido el entrenador mexicano Javier Aguirre, con especial atención a la velocidad de los dos atacantes del Panathinaikos, Papadopoulos y Salpingidis, y no tardó mucho en confirmarlo, porque el segundo de ellos provocó la primera estirada del italiano Christian Abbiati en los primeros instantes.

Incluso, el bloque heleno, pese a su condición de visitante, se sintió cómodo sobre el césped, mucho más que el Atlético, atascado en el medio campo, sin el dominio del balón, sin profundidad y sin las numerosas y habituales ocasiones en sus encuentros como local.

Y lo pagó a la media hora, cuando Salpingidis enganchó el balón en la banda derecha, amagó a la defensa rojiblanca y lanzó un potente disparo cruzado desde dentro del área y con poco ángulo. Un golazo imparable para el guardameta italiano y un golpe duro para el Atlético, al que hoy sólo le valía el triunfo (0-1, m. 33).

Ofensiva segunda parte 

Por eso, Javier Aguirre apostó por un planteamiento aún más ofensivo en la reanudación, con la entrada del portugués Simao Sabrosa por el brasileño Cléber Santana, pero el equipo rojiblanco prolongó sus problemas creativos en el comienzo de la segunda mitad, de nuevo sin capacidad para superar la telaraña defensiva del rival.

La entrada de Reyes, con aún media hora por delante, aportó más potencial atacante al Atlético, sobre todo porque el sustituido fue el central Zé Castro, y más presión al Panathinaikos, que, por inercia, se sintió más agobiado atrás, ya sin las ideas tan claras para solventar los impulsivos intentos ofensivos de los rojiblancos.

Ni así llegaron las ocasiones del equipo madrileño, impreciso en cada opción de romper la defensa contraria y cada vez más desquiciado frente a su rival, hasta que aprovechó su primera oportunidad clara, tras una jugada del argentino 'Kun' Agüero culminada por Luis García (1-1). Quedaba un cuarto de hora.

La expulsión por roja directa de Raúl García, por una supuesta agresión sobre Ivanschitz, interpuso más dificultades al Atlético en el tramo final, cerrado con euforia rojiblanca, cuando el portugués Simao Sabrosa colocó en la escuadra una falta al borde del área en el tiempo de descuento (2-1). El primer puesto es suyo.