El Camp Nou vivió ayer una de esas grandes noches europeas que los padres suelen contar a sus hijos. Aunque, rompiendo la costumbre, esta vez al culé no le tocó sufrir, pues Messi encarriló el encuentro a las primeras de cambio. Tras el tercer tanto del Barça, algunos incluso se atrevieron a desatarse el corsé que Guardiola ha impuesto desde su llegada al banquillo azulgrana y se lanzaron con el 'sí, sí, sí, nos vamos a Madrid', pensando ya en la final del Bernabéu. Al técnico se le erizó el vello. 'Pasito a pasito', recomendó Messi. 'Como el año pasado; ahora a ver quién nos toca en cuartos'.

'Ha sido un gran partido de Champions; el Barça aprendió la lección tras ver la eliminación de otros equipos', convino Laporta. 'Es una noche plena para el barcelonismo', añadió el presidente, que no se decanta por ningún rival en cuartos. Y subrayó: 'La gente tenía ganas de dar rienda suelta a esa alegría contenida'.

Y es que la hinchada respondió a la llamada de Guardiola en la víspera del partido y asistió al estadio con ganas de animar al equipo. Y lo aplaudió todo. Incluso la soprendente decisión del de Santpedor de alinear a Henry de inicio y dejar a Ibrahimovic en el banquillo. Luego, celebró la entrada al campo del sueco, que en su último partido en casa había recibido algún silbido.

También de Bojan, que correspondió con un gol cuando algunos ya abandonaban sus localidades. Con el tanto del joven ariete el Camp Nou volvió a estallar de júbilo recordando 'el chorreo' que popularizó el expresidente del Madrid, Vicente Boluda.

Incluso Guardiola sonreía ayer como hacía tiempo que no se le veía hacer en el banquillo. 'Estamos en cuartos, que es lo que queríamos', celebró Messi mientras Bojan ganaba el túnel de vestuarios eufórico. En el palco, el seleccionador francés, Domenech, confirmó la resurrección de Henry.