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Albín culmina la heroica del Getafe

El gol del uruguayo en el minuto 88 sonroja al Villarreal

ALFREDO VARONA

Volvió Albín en el momento más oportuno. El uruguayo lo hizo sin punto intermedio, tan anárquico como de costumbre. Marcó y sufrió la amnesia de los vencedores. Olvidó que no podía quitarse la camiseta y, como tenía una amarilla, fue expulsado. Pero Albín es así. De lo contrario, su talento no pasaría tanto tiempo en sala de espera. Su otra mitad, sin embargo, ofrece tesoros en el césped como ese gol que ya parecía imposible para el Getafe.

El empate resultaba una hazaña tras la expulsión de Cata Díaz. Pero el equipo se puso el traje industrial y se pegó una paliza extraordinaria. Jugó a la carrera, con disciplina de militares. Primero, se amotinó en su portería con papel sobresaliente para Rafa, que pudo sujetar a Nilmar. Y después salió al contragolpe con un futbolista como Miku, que se ofreció a picar piedra. Su duelo con Mussachio tuvo ratos memorables y el mérito de Miku fue comprometer a un defensa tan imponente.

Los de Míchel jugaron todo el segundo tiempo con diez

Mussachio acaba de cumplir la mayoría de edad, pero con esa jefatura apunta a la leyenda. No se sabe si manda él o el veteranísimo Marchena.

A los 41 minutos pudo pasar una de estas dos cosas. O Cata Díaz estuvo muy lento o Nilmar muy rápido. Pero lo cierto es que el delantero sacó varias yardas al defensa en una carrera brutal. La expulsión, clamorosa, calentó al estadio, que se quedó en manos de los tres ingenieros del Villarreal: Cazorla, Borja Valero y Nilmar. Y antes de despedir la primera parte, fabricaron por el suelo una jugada de categoría. Sólo el milagroso pie de Codina evitó que la pelota entrase en el océano.

La segunda parte apuntaba una tortura para el Getafe. Pero Míchel llenó el césped de medidas inteligentes. La primera fue introducir a Rafa, que se mostró bastante más rápido que Cata en los duelos con Nilmar. Después, se dio por hecho que el Villarreal debía quedarse con la pelota y el Getafe se ajustó a esa trama. Borja Valero y Cazorla trataron de entrar siempre por dentro y torearon una y mil veces a los defensas de Míchel. Pero la realidad es que Codina no sufrió gran cosa, sobre todo una vez que Cazorla dejó el césped. La expulsión de Cata no resultó beneficiosa para el Villarreal y, lo que es más paradójico, tampoco perjudicial para el Getafe.

La expulsión de Cata Díaz antes del descanso no resultó una ventaja

Fue, a partir de entonces, sin Cazorla ya sobre el campo, cuando el Getafe tiró para adelante, como los caballos. La estética ya daba igual. El partido había cobrado instinto cinematográfico cuando apareció en escena Albín con la parsimonia que unas veces de-sespera y otras enloquece. Los genios son así y quizá por eso resultan irremediables. Su gol le vale al Getafe tres puntos que le devuelven la confianza necesaria para seguir en la zona más cómoda de la tabla.

 

Getafe (1): Codina; Miguel Torres, Cata Díaz, Marcano, Mané; Parejo (Casquero, m. 82), Víctor Sánchez; Pedro Ríos, Manu (Albín, m. 68), Gavilán (Rafa, m. 45); y Miku.

Villarreal (0): Diego López; Ángel, Marchena (Catalá, m. 70) Musacchio, Capdevilla; Bruno, Senna; Cazorla (Montero, m. 75), Borja, Cani (Marco Rubén, min. 52); y Nilmar.

Gol: 1-0. M. 88. Centro de Pedro Ríos, Casquero toca de cabeza y Albín baja el balón y lo coloca ajustado al poste de la portería de Diego López.

Árbitro: Paradas. Expulsó a Cata Díaz (m. 41) por roja directa y a Albín por doble amonestación (m. 78 y m. 89). Además, mostró tarjeta amarilla a Mané, Víctor Sánchez, Miku y Bruno. Coliséum: 10.000 espectadores.

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