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La ansiedad mortifica al lesionado Robben

El holandés costó 36 millones de euros, pero hasta ahora sólo ha jugado 426 minutos y no ha marcado.

GONZALO CABEZA

Robben era, desde la campaña electoral de hace un año y medio, una de las principales obsesiones del presidente del Real Madrid, Ramón Calderón. El nombre del holandés salía constantemente de la boca del mandatario, junto a los de Cesc y Kaká, pero a diferencia de estos dos, el holandés recaló en el Madrid el pasado verano. Al Madrid le costó 36 millones de euros, una gran cantidad de dinero, sobre todo teniendo en cuenta que a Robben se le recuerda tanto por su talento como por sus continuas lesiones.

Aunque ayer se entrenó con el resto de sus compañeros, el holandés tampoco estará hoy ante Osasuna. Schuster le dejó fuera de la convocatoria a pesar de que tenía el alta médica.

El extremo ha llegado a Madrid, pero su presencia en el equipo es testimonial. En lo que va de Liga ha jugado 271 minutos y sólo ha empezado dos partidos en el once inicial de Schuster. Un exiguo bagaje al que tampoco suma un rendimiento que impresione. No ha marcado ningún gol y sólo ha dado una asistencia.

En Champions tampoco mejoran sus guarismos: 155 minutos distribuidos en cuatro partidos, sólo uno de ellos como titular. Tampoco ha marcado, ni ha dado un pase de gol.

Robben plantea entre los aficionados las mismas dudas que sobrevolaron al central inglés Woodgate. El holandés que vino del Chelsea todavía tiene que demostrar mucho para que el Madrid pueda considerar rentable el dinero que invirtió en él. Ese es el problema, según apunta Bernd Schuster. El técnico madridista comentó ayer que el de Robben 'es un problema de ansiedad. Él quiere jugar y demostrar por qué está aquí'.

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