Arde Roma otra vez

Roma espera radiante, con temperaturas que alcanzan los 30 grados aunque para hoy se anuncian lluvias y unas medidas de seguridad extremas la llegada a la ciudad de la mayoría de hinchas que acudirán esta noche al Estadio Olímpico para ver la final de la Liga de Campeones.

En total, se esperan unos 40.000 aficionados de ambos equipos con entrada, porque los carabinieri temen la llegada de 10.000 ingleses sin localidad. En los últimos días, algunos de los 20.000 culés previstos ya se han dejado ver por la Plaza de España, el Trastevere, el Coliseo o la Fontana de Trevi, en cuyo fondo se acumulan deseos de victoria en forma de céntimos de euro y de peniques.

El grueso de la hinchada azulgrana parte esta mañana del aeropuerto de El Prat en más de 30 vuelos. La agencia oficial de viajes del club ha fletado también un vuelo desde Asturias, otro desde Santiago con escala en Madrid y un último desde Málaga. La caravana de autocares organizada hacia Roma ya enfiló la carretera ayer por la tarde.

La UEFA anuncia que el control en los accesos al estadio será exhaustivo. Tras detectarse entradas falsas, desde la organización recuerdan que las 67.000 personas que tienen derecho a acceder al estadio deberán de mostrar una identificación con fotografía que acredite su localidad

Para evitar altercados, desde las cinco de la tarde de ayer y hasta las seis de la madrugada del jueves ha quedado restringida la venta de alcohol en los alrededores del estadio.

El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, asegurado que la ciudad no será "militarizada", pero el control de las fuerzas del orden en el centro histórico y en la zona del estadio "es total".