Este artículo se publicó hace 16 años.
Asafa Powell y Coe denuncian el dopaje
La sombra del dopaje sigue acechando a varios velocistas y Coe se postula para que las sanciones vuelvan a ser de cuatro años
Asafa Powell no descansa. El jamaicano, siempre muy claro en cuestiones de dopaje, inició ayer la guerra de nervios al declarar que está "seguro" de que en los Juegos Olímpicos de Pekín competirá contra atletas que se dopan.
Powell, el ser humano más rápido de toda la historia tras los 9.74 que marcó en Rieti (Italia) el pasado mes de septiembre, inaugura pasado mañana su temporada olímpica. Correrá su primera prueba de 100 metros en el Grand Prix de Melbourne (Australia).
En sus declaraciones de ayer, realizadas en Sidney, el plusmarquista mundial no rehuyó la polémica acerca de sus rivales. "Me produce una gran satisfacción vencer a alguien del que sospecho que se dopa", sentenció Asafa.
100 metros de sombras
Lo cierto es que los 100 metros, la prueba reina del atletismo, no son precisamente la especialidad con mejor currículum en relación con el dopaje. El positivo de Ben Johnson con estanozolol -el caso más sonado de la historia del dopaje- abrió de golpe la lata de los escándalos relacionados con el uso de sustancias entre los velocistas. Sucedió hace ya 20 años y desde entonces son muchos los nombres ilustres que cayeron en las redes del dopaje.
Linford Christie, positivo con nandrolona, y Justin Gatlin, con testosterona, son otros dos grandes velocistas cuyos logros viven en la sombra de las sustancias prohibidas. Y no son precisamente de segunda fila. Gatlin es el actual campeón olímpico del hectómetro y Christie triunfó en los Juegos de Barcelona-92.
También el ex atleta británico Sebastian Coe, vicepresidente de la IAAF, parece preocupado por la imagen que transmite el atletismo actual. "El dopaje puede convertir a mi deporte en algo parecido al espectáculo del pressing catch, donde el público sabe que lo que está viendo no es real". El inglés, dos veces campeón olímpico de los 1.500 metros, defiende el regreso a las sanciones de cuatro años para los deportistas que se dopan.
El regreso de Chambers
Las declaraciones de Coe, actual presidente del Comité Organizador de los Juegos de Londres 2012, apuntan a casos como el de Marion Jones, que ha perdido sus cinco medallas olímpicas de Sydney-2000, y Dwain Chambers. Este velocista inglés, que ha sido vetado para Pekín por su comité olímpico, sí ha sido seleccionado para los Mundiales en sala de Valencia tras sus dos años de sanción por uso de THG, un anabolizante de diseño.
En relación con el regreso de Chambers a la selección británica, el estadounidense Tyson Gay, actual campeón mundial de 100, 200 y 4x100 metros, anticipó que no tendrá problemas para tomar la salida junto a él en una carrera y que le tratará como a uno más. "No sé si le diré bienvenido, pero le trataré como a cualquier otro de mis adversarios".
Las declaraciones de Sebastian Coe se centran en la necesidad de disuadir a los tramposos: "Quiero que sean sanciones de cuatro años porque pienso que dos no es bastante, no es suficientemente disuasorio. El castigo tiene que ser proporcional al daño que se hace al deporte".
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