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Un ataque, otro enfrentamiento

Armstrong critica el demarraje del español en la Colombiere

AGENCIAS

Un día antes de la nueva escenificación del Armstrong ejecutivo, el hombre de negocios que hoy presentará su propio equipo, con el que promete volver al Tour para reconquistarlo con Bruyneel como director de operaciones, y unas horas antes de que el ataque de Contador en la Colombiere fulminase a Kloden, el texano había acabado en las páginas de LEquipe con las buenas intenciones que había proyectado en el Astana el amarillo del español.

'No hemos pasado mucho tiempo juntos. Además nunca hemos tenido buenas conexiones', aseguraba Armstrong, que se escudaba en las diferencias culturales y de idioma para explicar la falta de feeling.

Eso sí, Armstrong ha variado la orientación de sus críticas. Si antes de vestir de amarillo, el texano defendía su liderato en el Astana, ahora ha aparcado ese debate para sobrevalorar el estado de forma del español. 'Sabemos que [Contador] es muy bueno. Basta con ver cómo se comportó en el Giro el año pasado, cuando llegó sin preparación. Eso no es fácil de hacer. Teníamos indicaciones de lo que era capaz en la crono del primer día y en Arcalis. En Verbier todavía dio más respuestas a las preguntas', afirmaba.

Por eso, Armstrong acepta el orden que ha impuesto la carretera dentro del equipo. 'Si estuviera en otro equipo que no fuera el mío podría intentar explotar sus malos momentos. Pero estamos en el mismo equipo y no puedo hacerlo, no sería correcto', indicaba.

Sin embargo, el tono de sus palabras volvieron a ese clima bélico de hace unos días en cuanto alcanzó la meta de Bour Saint Maurice. Apenas nueve minutos después de bajarse de la bicicleta, el texano volvía a dar rienda suelta a sus críticas en el Twitter.

'Tengo muchas preguntas del porqué del ataque de Contador que ha roto a Kloden. Realmente no me esperaba que sucediera una cosa así', escribía desde su Blackberry. Ante los micrófonos, sin embargo, fue más cauto. '¿El ataque de Contador a cinco kilómetros de la cima de la Colombiere? Yo estaba con Wiggins y Vande Velde y prefiero morderme la lengua', aseveraba Armstrong.

Una acción de carrera que mortificaba a Contador. 'Estoy con una sensación agridulce porque ha sido una pena el desfallecimiento de Kloden. Pensaba en irme solo o con Andy (Schleck), pero el único que se quedó fue Andreas (Kloden). Por eso decidí parar, para ver si llegaba, pero al final ha perdido mucho', se lamentaba el de Pinto, que entendió el significado que tomaría su ataque dentro del Astana.

'No quería, para nada, perjudicar al equipo. Desde luego esa no era mi intención', reiteraba. 'Estoy muy fastidiado con lo que ha pasado con Andreas', se sinceraba. De hecho, la sonrisa apenas apareció en el rictus de Alberto, a pesar de que había confirmado su amarillo en la etapa más peligrosa de toda la carrera.

'He dado un paso importante porque los corredores que están detrás de la general no van muy bien en la contrarreloj, aunque el Tour no está ganado en absoluto', espetaba, antes de soltar la enésima explicación a su ataque fallido. 'Me he encontrado bien y por eso he probado, porque tenía buenas piernas, como todos estos días'.

Este jueves espera que la contrarreloj de Annecy devuelva a Armstrong y Kloden al podio en detrimento de los hermanos Schleck. 'La crono es larga y ellos dos son fuertes y van a estar ahí, luchando por el podio', sostiene.

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