A punto de cumplir los 33 años, horas antes de que se cerrara el mercado estival de fichajes y traspasos, David Trezeguet aterrizó en el Hércules para cumplir el sueño de su mujer, Beatriz, nacida en Alicante.

Tras diez temporadas en la Juventus y con un palmarés envidiable (ganó el Mundial de 1998 y la Eurocopa en 2000, ambos con Francia), en el Rico Pérez esperan que los goles del galo sirvan para asegurar la permanencia en Primera del equipo que dirige Esteban Vigo, ex jugador del Barcelona.

Esta tarde, en el Camp Nou, el concurso del delantero parece poco probable. Ahora, dice, su objetivo es coger el tono para la próxima jornada. "Sabemos que el del Barça será un partido muy delicado para nosotros, pero al mismo tiempo tenemos poco que perder y mucho que ganar. Trataremos de hacer un buen papel en este campo tan difícil", convino ayer Trezeguet, cuyo nombre barajó el Barcelona en 2008 para suplir a Etoo.

Al final, y a pesar de que Guardiola prefería su salida del club, el camerunés siguió en el conjunto catalán una temporada más y el nombre de Trezeguet quedó olvidado en la libreta de Txiki Begiristan, entonces secretario técnico del Barça.

Quien sí apunta al once alicantino, en cambio, es Drenthe, que también llegó al Hércules tras la primera jornada liguera cedido por el Madrid. En los últimos días, Esteban ha probado al holandés como mediocentro y como extremo. "Yo juego donde quiera el técnico, pero la gente sabe que me gusta jugar en la banda porque es donde más puedo demostrar mis cualidades", apuntó el futbolista.

"El Barcelona tiene el mejor equipo del mundo, pero a lo mejor tiene un mal día, ganamos y la gente flipa", añadió el holandés.