Este artículo se publicó hace 14 años.
El Barça pierde al sucesor de Pep
Luis Enrique comunica que dejará el club al final de temporada
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Comenzó 2011 y Luis Enrique hizo una de esas resoluciones de nuevo año: marcarse un objetivo; colocar en su agenda una meta deportiva que le reenganchara a los entrenamientos, a las viejas tiradas de kilómetros y kilómetros en bicicleta, a las rodadas a ritmo constante a las que había acostumbrado su cuerpo en aquellos días de 2007, cuando, tras probar con el maratón y el triatlón, decidió lanzarse a la aventura de disputar un ironman.
"Me escaparé a los Alpes franceses, a subir la mayoría de puertos míticos compitiendo contra mis amigos, sin el estrés de la competición, pero con la ambición de pulírmelos a todos", se propuso el exfutbolista, siempre que sus obligaciones al frente del banquillo del Barça B no le dejaban el suficiente tiempo para aventurarse con un nuevo ironman, la única competición que le remueve los sentimientos.
El asturiano señala que ha cumplido su ciclo profesional y vital en el Barça B
Luis Enrique es un tipo duro, "un bicho raro" según su autodefinición, que necesita de grandes empresas para sentirse lleno. Quizá por eso y porque busca más tiempo para su familia y sus aficiones ha decidido concluir su etapa al frente del filial azulgrana un año antes de lo que marcaba su contrato. El lunes se lo comunicó a Andoni Zubizarreta. Y el secretario técnico del Barça lo hizo público ayer. "Luis Enrique no continuará como entrenador del Barça B la próxima temporada; es una cuestión personal", anunció Zubizarreta.
Desde ese momento, el club azulgrana tachó, a corto plazo, al candidato mejor situado en la línea de sucesión de Pep Guardiola. Como ya sucedió con el B, la buena labor al frente del filial azulgrana había hecho pensar en Luis Enrique como heredero natural de Guardiola cuando este decidiera cerrar su ciclo al frente del banquillo del Barça. Pero el técnico catalán optó por prolongarlo al menos por un curso más y, casualidad o no, Luis Enrique ha preferido cerrar el suyo a finales de este.
"Tras tres temporadas en el filial, entiendo que se acaba mi ciclo a nivel deportivo y personal. He intentado cumplir con los objetivos marcados y, a medida que se han ido cumpliendo y con la necesidad de planificar el próximo año, he decidido comunicar al club mi opinión respecto al futuro", señaló ayer el técnico asturiano en Barça TV, antes de explicarse hoy públicamente.
Getafe y Sporting se apuntan como posibles destinos del técnico del filial
Sustituto de Guardiola cuando el de Sant Pedor se hizo cargo del primer equipo, Luis Enrique estuvo a punto de meter al filial en el playoff de ascenso en su primer año, objetivo que logró en el segundo. Este tiene a su alcance firmar el mejor curso de la historia del Barça B: su equipo es cuarto en la tabla, con un fútbol que despierta admiración.
Por eso, Luis Enrique, que también tuvo sus más y sus menos con Guardiola pese a la buena relación, nunca acabó de entender que su excompañero convocara a jugadores como Thiago y Fontàs para acabar dejándolos en la grada, mira hacia otros horizontes. La rumorología lo sitúa como candidato al banquillo del Getafe y también al del Sporting. "Ser entrenador del filial es una experiencia única por todos los medios con los que he contado. Es difícil que entrenadores de Primera trabajen en estas condiciones", dijo Luis Enrique, que podría ser relevado por Óscar García, actual técnico del juvenil A.
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