Benzema quiere ser el delantero

Para bien y para mal, el Real Madrid se parece mucho al de la temporada pasada. A veces, un vendaval capaz de marcar dos goles en tres minutos para dar la vuelta a un encuentro. Otras, un equipo que no tiene muy claro qué hacer con el balón, al que le cuesta atacar cuando las posiciones están muy aferradas, y la velocidad, una de sus señas de identidad, pierde valor. Ayer, en el amistoso en Berlín ante el Hertha, a todo esto se le añadió algún despiste defensivo, más propio de la pretemporada que del equipo en sí.

Y como el Madrid se parece mucho a sí mismo, Cristiano sigue siendo fundamental. La electricidad corre por sus piernas, aparece y tira una y otra vez, inasequible al desaliento, obsesionado con la portería rival. Además, sigue lanzando las faltas como muy pocos y es capaz de marcar un golazo como hizo ayer en Berlín.

Esa fórmula puede potenciarse si el Benzema de ayer adquiere regularidad. Es un jugador excelente, con buenos movimientos sin balón y resolutivo con el esférico. Marcó dos y pudieron ser más, pero le sobró alguna frivolidad. Quiere convencer a Mourinho y a la afición.