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Benzema saca la cabeza

El delantero francés, que era el centro de atención de la grada, hace un hat trick y enseña su clase

LADISLAO J. MOÑINO

Sin nada más que el orgullo y un récord de puntos que no es más que morralla estadística, todos los focos apuntaban a Benzema. Y el francés sacó su rapada cabeza; para rematar el gol que aclaraba le partido y para mostrar la temperatura de sus emociones según iba celebrando sus tres goles. Cristiano, de extremo izquierdo, tiró una comba al corazón del área pequeña. Por allí pululaba Benzema con esos aires de desinterés que transmiten sus andares. No se arrojó en plancha con decisión para conectar el balón. Con menos entusiasmo celebró ese primer gol. No hizo ni un gesto reivindicativo. Al menos, orgullo de pelotero tiene. Le pareció poco trascendente su tanto como para festejarlo o apuntar al indulto de la grada.

Es todo un caso lo de Benzema. Se atisba a la legua que es uno de esos futbolistas de talento natural. Sus gestos técnicos tienen la cadencia de los virtuosos. Lo mismo cose una pisada al balón con pase que suelta una pared en la frontal del área. Es por allí, por el frente del ataque y ligeramente caído a la izquierda donde explota todo su talento. En esa zona amansó el balón a la carrera en su segundo gol. Un control orientado delicado y un tiro cruzado. Otros dos gestos técnicos cosidos como si nada, pero en su hábitat. Esta vez si fue más expresivo Benzema, satisfecho con el gusto interior que dejan gestos como él que

Centrado, en las inmediaciones del área aparece el mejor Benzema. Otra cosa es que Mourinho demande esas virtudes al delantero que ocupe el medio. Para lo que no sirve Benzema es para jugar en la banda. Para ir y venir, para presionar. No vale para eso. Lo suyo es el fútbol silencioso de los sobrados que se manejan como témpanos en el área. Su tercer gol fue otra obra. Interceptó un mal pase de Sorín y escorado a la derecha y sin mucho ángulo le lanzó un globo perfecto. Eso es lo que tiene Mourinho como nueve y sí quiere aprovecharlo al máximo debe cambiar su plan de juego.

Entre los goles de Benzema se coló uno de Cristiano y varios ocasiones del Auxerre aprovechando la descoordinación de los no habituales y las bajada de tensión. Dudek respondió a un cabezazo a bocajarro de Mignot y a un tiro cruzado y abajo de Oliech. El portero polaco matizó que debajo de los palos es un portero fiable. Fuera es otra cosa. La lesión que se produjo lo denotó, su salida a despejar fue poco ortodoxa a pesar de haber llegado con ventaja. Instantes antes estaba pintando el larguero en un pase entrelíneas al que reaccionó tarde.

Adán, como Sarabia, tuvo su oportunidad. La cantera también asomó en la misma noche de Benzema. El portero tuvo una parada de mérito en un mano a mano y el extremo enseñó una vez ese regate que le señala como el mejor del vivero blanco.

Real Madrid: Dudek (Adan, m. 43); Arbeloa, Albiol, Carvalho, Marcelo (Garay, m. 76); Lass, Diarra; Pedro León, Granero, Cristiano (Sarabia, m. 72); y Benzema.

Auxerre: Sorín; Dudka, Mignot, Coulibaly, Gritching; Pedretti (Sammaritano, m. 61), Chafni; Oliech,Traore, Birsa; y Contout.

Goles: 1-0. M. 17. Centro desde la izquierda de Cristiano que Benzema, lanzándose en plancha desvía a gol de cabeza. 2-0. M. 49. Marcelo conduce una contra, asiste a Cristiano, que corría por su derecha y el portugués supera a Sorín con un fuerte derechazo que entra por la escuadra. 3-0. M. 71. Pase largo de Lass a Benzema, éste a la carrera amortigua el balón con el exterior y cruza con la derecha y por abajo. 4-0. M. 89. Benzema, de vaselina y con poco ángulo.

Árbitro: Gumienny (Bégica). Mostró tarjeta amarilla a Albiol, Mignot,

Estadio: Santiago Bernabéu, 60.000 espectadores. 

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