El Bernabéu no se llena

En cinco partidos disputados, incluido el del Peñarol en el Trofeo Bernabéu, los empleados de las taquillas del Madrid no han colgado el cartel de "no hay billetes". Ni ante el Ajax en la Liga de Campeones, ni ante Osasuna y Deportivo en la Liga, el aficionado madridista ha completado el aforo.

El Madrid se ha desplegado esta temporada en su feudo con buen tiempo, a media tarde y de noche, con lluvia como ayer, en días laborables y en festivos, pero la masa social no acaba de responderle al completo. Un lunar muy significativo en un equipo que ha desembolsado cerca de 400 millones de euros en las dos últimas temporadas.

Muchas de esas inversiones destinadas a fascinar, a cautivar el paladar del madridismo, que no saborea fútbol atractivo continuado desde los tiempos de Del Bosque y la primera mitad de la temporada de Queiroz. Desde entonces, el Madrid le ha ofrecido a su hinchada partidos redondos a cuentagotas, muchos de los cuales estuvieron impregnados de más escudo que fútbol.

El madridismo ya ha silbado a Mourinho, que se lo toma como algo personal. No es del todo así; el Bernabéu ha perdido la paciencia porque lleva siete temporadas sin que le ofrezcan un juego convincente y continuo. El personal padece de hastío crónico por unos precios que no se corresponden con el espectáculo. El club esperaba que acudir al Bernabéu fuera una fiesta. Sobraban 5.000 asientos de desencantados o poco convencidos. Aunque ayer, el equipo puso cimientos para la reconquista.