El Betis baja a Segunda División

Cinco equipos y un lugar en el infierno que nadie quería. Al final fue el Betis el que consumó el descenso a Segunda División. Por méritos propios como suele ocurrir con estas cosas. 

La tarde fue calentita: hubo un baile de resultados y varios equipos se alternaron ese puesto maldito. Osasuna, Sporting y el Betis estuvieron sucesivamente en ese lugar que nadie quería pero al final el empate del Betis con el Valladolid (1-1) sumado a la victoria del Osasuna ante un desdibujado Real Madrid (2-1), más el empate del Getafe en Santander (1-1) y el sufrido triunfo del Sporting ante el Recre (2-1), condenó a los de Lopera.

En Pamplona la tarde fue de infarto. Higuaín adelantó al Real Madrid a los diez minutos de juego. Osasuna no se dejó llevar por el pánico y empató gracias a Plasil muy pocoso minutos después. Juanfran remató la faena en la segunda parte con un gol con la pierna derecha. Los de Camacho siguen un año más en Primera. 

No menos atacados acabaron los aficionados del Sporting de Gijón. Los asturianos estuvieron varios minutos en el descenso. El Recre, que no se jugaba nada más que una supuesta y suculenta prima, se adelantó en el minuto 23. El Sportinga estaba en Segunda pero se sobrepuso y en una segunda parte intensa fue capaz de remontar con goles de David Barral y Luis Morán. 

El Getafe, al que le valía el empate, sufrió menos que los demás, aunque empezó perdiendo. El Racing marcó en el minuto 34 pero Granero empató cuatro minutos después. Los resultados de los otros campos le beneficiaron durante toda la tarde y vivió un poco más tranquilo.

El drama viajó a Sevilla. La victoria del Sporting deparó casi media hora de horror y sufrimiento. Quizá el Betis era el que menos se esperaba bajar: de hecho lo tenía todo a favor, pero un gol de Valladolid en el descuento de la primera parte llevaba la preocupación al Ruiz de Lopera. Oliveira aportó algo de tranquilidad con su gol: el Betis volvía a estar en Primera siempre que el Sporting no ganara. Pero el Sporting ganó y las lágrimas de los aficionados verdiblancos inundaron el estadio.