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El Bilbao se subleva en Madrid

Liderado por Hervelle, el conjunto de Katsikaris iguala la serie (66-71) y rompe el factor pista

GERMÁN ARANDA

Tras haber ganado todos los encuentros de la presente ACB como local, el Madrid eligió el peor día, segundo encuentro de semifinales, para acabar con su racha. Su penoso segundo cuarto le pesó en todo el encuentro y su reacción fue tardía, descontrolada, insuficiente. La serie se traslada a Bilbao, donde el Madrid tiene que ganar, al menos, un encuentro para tener opciones de estar en la final.

El baloncesto eficaz, sencillo e intenso que practicó en un inicio el Bilbao contrastaba con las dificultades del Madrid para anotar. Mientras Hervelle se hinchaba a anotar bajo tablero y a capturar rebotes (cogió más que todo el equipo rival en la primera mitad) y el Bilbao dominaba en general la pintura, al conjunto de Molin le entró una extraña alergia a la zona. El tiro exterior, único recurso madridista, tampoco entraba.

Así se fue creciendo el conjunto de Katsikaris, lanzado en el segundo cuarto por la explosividad de Jackson y la agresividad de un Hervelle enorme. El correctivo en la Caja Mágica era sonrojante y parecía casi irreversible: 26-44 al descanso.

Pero todo lo que le faltó de agresividad al Madrid en la primera mitad lo tuvo en la reanudación. Y así se creó, liderado por Suárez y Llull, mejores opciones de ataque y contragolpe. Al Bilbao, por contra, le faltó todo el acierto que le sobró en la primera mitad. Sólo anotó 6 puntos en todo el tercer cuarto, por 20 de un Madrid que iba poco a poco recuperando el terreno perdido y que parecía ir de cabeza a la remontada. Hasta mediado el último cuarto (59-54, m.26) no consiguió alcanzar al rival en el marcador. Dos recuperaciones seguidas y un contragolpe culminado por Mumbrú devolverían enseguida la ventaja al conjunto visitante. Eran momentos de incertidumbre, fallos y pérdidas por parte de ambos equipos en un final de lo más ajustado (59-60, m. 37).

Con lo difícil que era rascar un punto en la pintura, impracticable en los dos extremos por la intensidad defensiva, tuvo que irrumpir Llull con un triple (62-61, m.39) que encendió a la afición. Un intercambio de fallos (triple errado de Mirotic, pérdida de Hervelle), dejó al Madrid tres puntos abajo a falta de 15 segundos. En un final táctico de esos interminables, el acierto en los tiros libres beneficiaba al Bilbao. Llull falló el triple decisivo y la eliminatoria se puso muy interesante.

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