Bueno tiene las cosas muy claras. Con 21 años, decidió liar el petate, dejar la comodidad del Castilla, con alguna que otra exitosa visita al vestuario del primer equipo, y embarcarse en la aventura de otro equipo menos mediático, con ilusiones diferentes a las del filial de un grande.

Bueno, además, es el representante de una nueva hornada de jugadores de la cantera merengue que ya no están atados a esa cláusula del miedo por la que los jugadores cedidos o con opción de recompra, como es su caso, tenían que pagar una alta cantidad económica para jugar ante el Real Madrid. Florentino Pérez fue el impulsor de este tipo de cláusulas hace unos años, y también quien prometió eliminarlas durante la última campaña electoral.

'Siempre he pensado que cuando una persona sale del Madrid, sale con todas las consecuencias. Tengo el derecho de poder ayudar al Valladolid en todos los partidos. Cuando un futbolista se va de un club es porque sus dirigentes entienden que no puede aportar las cosas que se esperan de él, así que no sería lógico que no jugara contra ellos', sentencia Bueno, que pasó ocho años en la cantera madridista.

De esta manera, y pese a que no apunta a titular esta tarde, no hay ningún impedimento para que Bueno juegue hoy en el Bernabéu. 'Será bonito reencontrarme con gente. Conozco a los jugadores porque he compartido el vestuario con ellos, pero realmente mis compañeros eran los del Castilla, con los que he estado muchos años', asevera el delantero.

La vida de Bueno cambió radicalmente cuando llegó a orillas del Pisuerga. Tuvo que acostumbrarse a las exigencias de un club modesto, y luchar por el objetivo de permanecer entre los mejores un año más. 'Cuando sales del Madrid llegas a clubes más humildes en los que está lo bonito del fútbol. Se ve la realidad de este deporte y puedes hacerte como jugador. No estamos pasando una etapa buena en resultados, pero vamos a salir adelante', dice el fichaje pucelano más caro del último lustro tres millones. Si hoy marca no sabe qué hará: 'Me agradaría mucho, pero no sé cómo reaccionaría.