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El cambio de estadio del Atlético ya no tiene marcha atrás

Cerezo y Gallardón han firmado el convenio por el que el Atlético se trasladará del Vicente Calderón al posible estadio olímpico

AGENCIAS

Las obras para transformar La Peineta en el posible Estadio Olímpico de Madrid y sede del Atlético comenzarán en unos seis meses y estarán acabadas en un máximo de tres años, por lo que, salvo retraso, el equipo rojiblanco estrenará su nuevo campo y el Vicente Calderón será historia en la temporada 2012-13.

Este es el resumen del 'convenio patrimonial en relación con el Estadio de Madrid' que hoy han suscrito el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, y el presidente rojiblanco, Enrique Cerezo. El club pagará un máximo de 195 millones de euros más IVA por la ampliación de La Peineta, que pasará de las 20.000 localidades actuales en una sola grada -la que inspiró su apodo- a 73.729 como estadio de fútbol, sin pista de atletismo y totalmente cubierto, de acuerdo al diseño de Antonio Cruz y Antonio Ortiz.

Si Madrid obtiene los Juegos de 2016 y la llama olímpica se enciende en el pebetero del estadio el 5 de agosto de ese año, como espera el alcalde, el Atlético tendrá que jugar el final de esa temporada y el principio de la siguiente en otro lugar para acometer las obras necesarias para volver a colocar la pista de atletismo primero y retirarla después.

De ocurrir así, el Atlético de Madrid, que además tendrá que pagar ambas obras de reforma por unos 20 millones de euros, podría acabar jugando algunas jornadas en el miniestadio que para entonces habrá construido en su Ciudad Deportiva de Alcorcón, ampliado provisionalmente para la ocasión, según ha indicado hoy Enrique Cerezo.

Sobre este extremo, el convenio patrimonial firmado hoy establece que el Atlético pondrá el estadio, libre hasta de publicidad y rótulos, a disposición del Ayuntamiento desde el 1 de junio de 2015 al 31 de diciembre de 2016, por lo que en toda la temporada 2015-16 y casi toda la primera vuelta de la siguiente sólo podrá jugar allí los partidos que el Comité Organizador de los Juegos considere posible.

La aspiración olímpica de Madrid condiciona otro elemento del acuerdo, ya que la propiedad del recinto sólo pasaría al Atlético después de 2016 -en concreto el 30 de abril de 2017- o después de 2020 ó 2024 si el Ayuntamiento se reserva la opción de una nueva candidatura, e incluso el club podrá decidir entonces prorrogar la concesión por un plazo máximo de 75 años.

La concesión, gratuita 'en consideración a la fuerte inversión económica que el club habrá de realizar para la ejecución del estadio' y 'los beneficios de cara a la candidatura olímpica', se efectúa sobre una parcela con una superficie de 88.150 metros cuadrados cuyo valor, según tasación técnica, asciende a algo menos de 41,2 millones de euros.

El traslado del Atlético al futuro Estadio Olímpico permitirá poner en marcha a continuación la operación urbanística del ámbito Vicente Calderón-Mahou. Allí, junto al Manzanares, el suelo que ahora ocupa el Calderón, más de 31.000 metros cuadrados, se transformará en su totalidad en una zona verde pública sin ánimo lucrativo y compatible además con algún uso deportivo, que se denominará Parque Atlético de Madrid.

En el terreno actualmente industrial que ocupa la fábrica de Mahou, 61.251 metros cuadrados, se concentrará toda la edificabilidad, 175.000 metros cuadrados que se destinarán a residencial y de los que saldrán los beneficios de la operación -dos tercios para Mahou y uno para el Atlético-.

A falta de un proyecto concreto que deberán presentar los propietarios, el Ayuntamiento calcula que podrían construirse unos 1.700 pisos, todos ellos de precio libre. Además del nuevo estadio, de los beneficios saldrá el 57% del coste del soterramiento del tramo pendiente de la M-30, ya que el Ayuntamiento pagará el resto hasta un total de alrededor de 140 millones, la urbanización de la zona y la ampliación de un colegio.

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