Este artículo se publicó hace 16 años.
Las dos caras de un viejo conocido
Antic y Valdano analizan a Beenhakker, técnico de Polonia
Los retos profesionales de Leo Beenhakker (Rotterdam, 1942) parecen no tener fin. Su extenso currículum incluye su paso por dos equipos españoles: Real Zaragoza (temporada 1981-1984) y Real Madrid (temporada 1986-1989, enero-junio 1991). Aunque, probablemente, dos de sus grandes logros deportivos los ha conquistado en los últimos años.
En 2006, metió a la modesta selección de Trinidad y Tobago por primera vez en su historia en un Campeonato del Mundo. Tras el Mundial, el veterano técnico holandés se hizo cargo de Polonia, un equipo que siempre se había quedado a las puertas de jugar la Eurocopa. Y Beenhakker, de nuevo, obró el milagro, al llevar a los polacos a jugar, también por primera vez, la fase final del máximo torneo continental.
Ilusión polacaLeo es un dios en Polonia. La gente no habla de otra cosa. Los hinchas están muy involucrados con su selección y hay una tremenda ilusión en esta Eurocopa, afirma Iñaki Astiz, un joven jugador de Osasuna cedido esta temporada al Legia de Varsovia.
Una de las personas que conocen bien a Leo Beenhakker es el argentino Jorge Valdano, quien coincidió en su época de futbolista con el actual seleccionador polaco tanto en Zaragoza como en Madrid. Valdano sólo guarda buenos recuerdos de Beenhakker: Es un tipo cálido y encantador, una persona que llega con facilidad al futbolista porque es un excelente comunicador. Mantiene un equilibrio fantástico en el vestuario.
Para Valdano, una de las claves del éxito del holandés radica en su apuesta por el fútbol de ataque y el gusto por mantener el balón. La pelota es el ombligo del juego. Es la concepción de su fútbol. A partir de esa base, exige siempre a sus jugadores un mínimo de orden, pero a su vez un máximo de libertad. Deja hacer a sus futbolistas, sobre todo de la mitad del campo hacia adelante, concluye el argentino.
Pero no todo son buenas palabras hacia Beenhakker. El serbio Radomir Antic coincidió con el holandés en el Real Madrid. Corría la temporada 1991-92. Antic ocupaba el banquillo blanco y Leo Beenhakker era manager general del club. Con el equipo líder en la Liga, Antic fue cesado. Su sustituto fue Beenhakker.
Han pasado 16 años, pero el serbio no olvida aquellos días: No le tengo una gran consideración como técnico. Tuve una mala experiencia con él en el Real Madrid. Tenemos una visión opuesta de este deporte. Y tampoco comparto sus criterios.
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