'Defendemos con seis' suele decir Mourinho, que procura que la norma se torne inquebrantable en los partidos trascendentales. El del Lyon lo es y allí acude Carvalho como la cabeza pensante del cuarteto defensivo y el único con permiso para saltarse esa premisa. 'En la Champions tiene dos partidos para resolver la eliminatoria, pero hay que tener cuidado y no despistarse', advierte.

Con el que le marcó al Levante, Carvalho suma tres tantos y ya es el defensa más goleador del campeonato. Está presente en casi todas las acciones ofensivas a balón parado y no duda en cruzar la divisoria cuando su lectura del juego se lo dice. El central portugués obtuvo esa licencia para atacar según su criterio hace tiempo. Fue tras una conversación con Mourinho. Un diálogo que Carvalho considera el mejor consejo que le han dado en el fútbol. Él se veía distinto a Jorge Costa o a Terry, sus dos parejas en el Oporto y en el Chelsea; interpreta su posición como algo más que pegar voleones o despejar de cabeza. Mourinho acabó por comprenderle, pero le advirtió: 'Cuando estás en forma puedes ser como Baresi, pero en el fútbol todo cambia muy rápido y si cometes errores te criticarán. Yo no puedo enseñarte cuándo debes subir, tienes que ser tú en el campo el que lo decidas'.

El central obtuvo el permiso para descolgarse tras una charla con Mou

'Carvalho está mejor que cuando era joven', dijo recientemente el técnico, que peleó su llegada desde que supo que sería entrenador del Madrid. Fue un fichaje de esos que a Florentino Pérez le hacen fruncir el ceño. 'Carvalho es un buen jugador, pero tiene una edad en la que, si alguien quiere construir un equipo para el futuro, no puede pensar en él. Pertenece al momento actual. Necesitamos a un jugador con experiencia en una zona crucial del campo, alguien que pueda salir a atacar', defendió Mourinho en verano.

Tampoco el propio Carvalho estaba muy convencido de si a sus 32 años podría responder a las exigencias del Madrid. 'Si fichas por el Madrid, te alargaré tu vida deportiva dos o tres años. Un central en la Liga española no sufre tanto como en la Premier', le vino a decir el entrenador portugués para convencerle y volver a unir sus carreras, fundidas desde 2001 excepto las dos temporadas de Mourinho en el Inter.

Carvalho no sufre en España el desgaste de la ida y vuelta de la Premier, ni ese estrés del juego directo y aéreo. 'El fútbol que se juega aquí es distinto al inglés, es menos físico, pero eso no quiere decir que sea más relajado', dice el defensa, que ha encontrado en la Liga un fútbol al que le ha costado menos adaptarse. Su carrocería sólo mide 1,82 y es de constitución fina no estaba preparada para competir con los camiones aéreos que dominan el juego por alto en la Premier. Le costó varias brechas en la cabeza y unas cuantas horas de gimnasio hacerse respetar por los aires cuando se medía a delanteros y centrales que le superaban en estatura y en masa muscular. Abandonó la Premier orgulloso de haberle marcado varios goles al Manchester ante tallos robustos como Vidic o Ferdinand.