Este artículo se publicó hace 13 años.
El central todoterreno
Gerard Piqué es un todoterreno; sobre todo en el césped, donde, a decir de los técnicos de Primera, se maneja como el mejor defensa de la Liga
Ha sido portada de revistas del corazón, trending topic en Twitter y la imagen seductora de una popular marca de ropa que empapela las marquesinas de los autobuses. Gerard Piqué es un todoterreno; sobre todo en el césped, donde, a decir de los técnicos de Primera, se maneja como el mejor defensa de la Liga. Los entrenadores han valorado que, en el curso más complicado defensivamente hablando para el Barcelona por las lesiones acumuladas, los azulgrana haya concluido la temporada con sólo 21 goles en contra, gracias, en buena medida, al desempeño de Piqué.
Como siempre dijo que al lado de Puyol todo le resulta más fácil con ambos sobre el césped, el Barça no perdió ningún partido, la figura del central se agrandó en el eje de la zaga durante los tres largos meses de baja del capitán. Piqué tuvo que crecer en su ausencia para responder a las exigencias de Pep Guardiola, que le hizo jugar 31 partidos de Liga y siete de Copa, siempre que no estuvo Puyol y mientras hubo algo en juego. El Barça apenas se resintió: Piqué exhibió mando, seguridad y destreza.
No sólo eso. El central se ha revelado como el mejor rematador en las jugadas de estrategia, origen de los tres decisivos goles con los que concluyó la Liga. El primero selló la victoria ante el Atlético (1-2). El segundo supuso los tres puntos ante el Villarreal (0-1) y dejó al Madrid a ocho. El tercero remató el derbi (2-0). A partir de entonces, Piqué ya pudo regresar a la grada a tirar pipas con Puyol. "Quizá tenga tendencia a relajarse por su amor a la vida, pero sin él no hubiéramos logrado todo esto. Su cabeza marcará su límite; de condiciones va sobrardo", advierte Guardiola.
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