Una ceremonia colorida, ecologista y sin alardes inaugura los Juegos
Un enorme tapiz y una favela sobre bloques
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RIO DE JANEIRO.- El corazón de Brasil, mezcla de pueblos, culturas y sensibilidades, eligió para inaugurar los primeros Juegos Olímpicos que se celebran en Sudamérica un mensaje de compromiso con el planeta, en el que implicó a los más de 10.000 atletas que desfilaron por el escenario inigualable de Maracaná.
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Vanderlei de Lima, bronce en maratón en Atenas 2004 después de que un espectador le empujase cuando corría en cabeza, prendió el pebetero con la llama nacida en Olimpia, después de un día de versiones cruzadas sobre quién sería el responsable de esta función. El considerado primer candidato, 'O Rei' Pelé, ya había aclarado unas hora antes que no sería él.
Un enorme tapiz y una favela sobre bloques
El gran lienzo blanco que cubría el césped fue una enorme pantalla sobre la que se proyectaron imágenes impactantes alusivas a la naturaleza, el urbanismo y la vida de Brasil.
Espectáculo ágil y lleno de música brasileña
La 'garota de Ipanema' fue encarnada por la modelo Giselle Bündchen, que puso fin a su carrera con un desfile sobre la pasarela más larga que habrá pisado nunca: los más de cien metros que recorrió sonriente de un extremo a otro de Maracaná.
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Cada uno introdujo su semilla en unos cartuchos de tierra de los que crecerán 207 especies diferentes, una por delegación participante. Había donde elegir: hay más de 50.000 catalogadas en Brasil.
Vanderlei de Lima encendió el pebetero
La Llama Olímpica, encendida el 21 de abril en Grecia, entró en el estadio portada por el tres veces ganador de Roland Garros Gustavo Kuerten, quien se la pasó a la baloncestista Hortencia, plata en Atlanta'96.