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Los chanchullos de 'Sandruscu'

Sandro Rosell, expresidente del Barcelona, tiene numerosos frentes judiciales abiertos. Está siendo investigado por fraude y varios negocios inmobiliarios en Brasil y las sospechas alrededor del acuerdo con Qatar crecen día a día

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Es curiosa la tendencia del Barça hacia la autodestrucción siempre que se encuentra en años de bonanza deportiva. Los intereses, las polémicas, las ansias de poder o el temido entorno le pasaron factura a Núñez, a Gaspart y hasta a Laporta. Y con Rosell no ha ocurrido lo contrario. Cuando los azulgranas están en un pedestal. Cuando ganar Ligas y Copas de Europa se convierte en algo común. Cuando el equipo es una balsa de aceite pese a los bruscos movimientos producidos en los últimos meses, pese al ruido tanto futbolístico como extradeportivo.

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El caso Neymar es el último ejemplo de ese molesto alboroto en el Camp Nou. Lo que tenía que ser alegría, representada en la felicidad que transmite el brasileño, ha acabado convirtiéndose en el pozo de Rosell, a quien la polémica ha perseguido desde que alcanzó en 2010 la presidencia del club. El presunto golpe al Real Madrid, al todopoderoso Florentino, arrebatándole en el último momento a la penúltima joya del mercado se ha tornado contra el ya exmandatario culé.

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El juez Ruz, a petición de una querella presentada por el socio Jordi Cases, aprecia una supuesta apropiación indebida en el fichaje. Sin descartar la posible utilización partidista o política a la que alude insistentemente el club azulgrana, todas las partes acusan a Sandro y dicen no saber nada de los otros cerca de cuarenta millones de los que se habla en las últimas semanas. Ya se sabe, si fueron 57,1 millones "y punto", como afirmó Rosell el lunes, o bien el montante se elevó a unos 95, lo que podría convertir el traspaso de Neymar en el más caro de la historia. La clave, además de los 40 millones que recibió la sociedad N&N (propiedad del jugador), está en que Sandro ocultó en forma de varios "contratos simulados" la ficha del jugador y las distintas comisiones que ha cobrado su padre, según la querella interpuesta por Cases.

Un turbio negocio más de los que han rodeado a Sandruscu, como le llamaba Laporta cuando eran amigos. En Brasil le investigan por fraude por un chanchullo con el expresidente de la Federación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Teixeira, retirado por obligación de su cargo, abrumado por la corrupción. Afirman que Sandro se embolsó una parte de los millones que recibía la canarinha por enfrentarse a otras selecciones en amistosos. Según los medios brasileños, estos fondos acababan en EEUU y Andorra en cuentas de empresas a su nombre, y el caso podría acabar con una condena de hasta ocho años de prisión para él.

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Además, Brasil también está investigando varios negocios inmobiliarios entre ambos mandatarios, amigos personales desde que Rosell era vicepresidente de Nike para Suramérica. Un trabajo gracias al cual llevó a Ronaldinho -la carta de Laporta para ganar las elecciones-, Alves o Neymar al Barça. Asimismo, también se indaga si una empresa de Sandro se ha encargado de tramitar la residencia de Teixeira en Andorra, considerado como un paraíso fiscal.

Pero, sin duda, lo que más dolió al socio fue el acuerdo con Qatar, en el que, aparentemente, no estaban de por medio los tejemanejes personales del ya expresidente. El trato, en 2011, para que el emirato se convirtiera en la primera marca comercial que pone su nombre en la camiseta del Barça, a cambio de unos treinta millones por temporada. Lo que se supo después es que ese acuerdo con Qatar Foundation, que se presentó como una fundación casi benéfica a la altura de Unicef, tenía más cláusulas de las que se conocían en esos momentos. El año pasado, la aerolínea del emirato pasaba a ser el patrocinador del club, y más tarde ponía también su nombre en el estadio y el museo azulgrana.

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El trato para que Qatar patrocinara al Barça sería un pago de favores, según denunció 'France Football'

Lo que parece estar detrás es "la diplomacia de la chequera", como lo califica Nazanin Arminian, experta en el mundo árabe. "Tú me pagas y yo te concedo", explica la politóloga como funciona. Rosell vendió en 2010 su empresa especializada en márketing deportivo Bonus Sports Marketing (BSM) al mayor conglomerado privado del emirato, Dahall al-Baraka. Y este grupo compra la firma por un precio tres veces superior a lo que realmente valía, gracias a la intermediación de su amigo Teixeira. Así lo afirmaba la revista France Football en un reportaje -Qatargate-, en el que denunciaba la compra del Mundial de 2022 a base de sobornos.

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Y, justo a tiempo, cuando ese inquietante entorno culé ya acechaba, Sandro vende su empresa para que el país de los petrodólares pueda invertir en el Barça, y que las sospechas se evaporen. Lo que no ha podido evitar Sandruscu es que su último chanchullo le devore. Pensaba que Neymar le traería la gloria, pero lo que ha recibido ha sido un duro castigo.

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