La lesión de Rooney ha dejado un agujero tan grande en el Manchester United que por ahí se puede colar una Liga. Ayer perdió en casa ante su más directo rival por 2-1 y dejó patente lo mucho que echa de menos al mejor jugador inglés.

Sólo está a dos puntos del Chelsea a falta de cinco jornadas, pero las apuestas están del lado del equipo de Londres.

Ferguson confió en su vieja guardia (Neville, Scholes y Giggs) y dejó en el banquillo a Nani. Renunció a la velocidad a cambio de tener un centro del campo físico y dominador.

Ancelotti aprovechó los problemas físicos de Drogba para dejarlo en el banquillo e incluir a Deco, casi inédito en toda la temporada. Fue el Chelsea el más beneficiado por estas variaciones, aunque la más importante es que Berbatov está lejos de poderse calzar las botas de Rooney.

El equipo de Ancelotti dominó toda la primera mitad y vio premiado su esfuerzo con el gol de Joe Cole. Malouda hizo en el campo lo que Nani no podía hacer por su equipo al estar de reserva: desbordar con habilidad por la izquierda y dejar un centro medido que Cole embocó con un fino taconazo.

Hubo dos penaltis no señalados en ambas áreas, lo que no deja de resultar curioso. El árbitro, Mike Dean, tiene una gran querencia a marcar los once metros. Lo ha hecho 16 veces esta temporada, cuando el siguiente en el ranking de los penaltis sólo ha pitado siete.

En la segunda parte, el United adelantó líneas y ofreció más peligro pero su ataque estático era tan previsible que no parecía que pudiera sorprender al Chelsea.

Entró Droga en el campo con una tarea pendiente. Nunca había marcado en la Premier ante el United. Lo consiguió... gracias a un error del árbitro. Marcó en claro fuera de juego y casi sentenció el partido.

La emoción se mantuvo gracias a que al final Ferguson debió de darse cuenta de que Scholes sólo se había dedicado a dar patadas. Dio entrada a Nani y Macheda, que fabricaron el único gol de su equipo, también discutible porque no quedó claro si el balón rebotó en el pecho de Macheda o en su brazo.

El Chelsea no puede relajarse. Ni siquiera está descartado el Arsenal. Ayer ganó por 1-0 al Wolverhampton con un gol de Bendtner en el minuto 94. Ya sin Fàbregas, se diría que el equipo no puede llegar más lejos, pero lo cierto es que está a sólo tres puntos del líder.