Con todo el peso de la historia en contra, la Portugal de Cristiano Ronaldo reta hoy a la selección española en las semifinales de la Eurocopa, una ronda bendita para La Roja, ya que nunca ha perdido en ella ni en Eurocopa ni en Mundial.

Imbatida además en sus ocho últimas eliminatorias, los de Del Bosque, que han hecho una Eurocopa casi perfecta, tienen la posibilidad de llegar a su tercera final consecutiva de un gran torneo, algo que no ha logrado nadie desde la República Federal de Alemania de 1970.

Para ello, Del Bosque alineará previsiblemente a los mismos once jugadores que despacharon sin despeinarse a Francia en cuartos, incluida la presencia de Cesc como 'falso nueve'.

No osbtante, como ya dijo antes del encuentro contra los galos, el seleccionador tiene dudas, principalmente en la delantera, por lo que podría volver a rotar. En este sentido, Torres podría volver al puesto que ocupó de inicio contra Irlanda y Croacia, e incluso Del Bosque podría apostar por otra alternativa, colocando a Pedro, que ya sonó para el choque de cuartos.

España llega con dos días menos de descanso que los lusos, algo que a estas alturas del torneo puede ser definitivo e inclinar algo la balanza para Portugal . Sin embargo, La Roja tratará de machacar una vez más al contrario a base de posesión y toque, pero sabiendo que se enfrentan seguramente al equipo más peligroso al contraataque, por lo que deberán tener especial cuidado de no perder balones peligrosos en el centro del campo.

Del Bosque pondrá un marcaje especial a Ronaldo con ayudas

Además, se da por hecho que el seleccionador pondrá un marcaje especial a Cristiano Ronaldo, de quien se encargará en principio Arbeloa, pero que contará seguramente con varias ayudas, como avazó ayer el técnico español: 'Para desactivar a Ronaldo, quizá deberíamos tomar el ejemplo del Mundial. Entonces establecimos un marcaje con ayudas permanentes que nos dio buen resultado'.

Los portugueses, por su parte, se encuentran ante la oportunidad histórica de ganar por primera vez un gran torneo. La inesperada derrota en 2004 ante Grecia les privó de ello y tienen ahora la ocasión de volver a jugar una nueva final que por fin les encumbre.

Para ello, Portugal se encomienda una vez más al renacido Cristiano Ronaldo, máximo goleador del torneo junto con el alemán Mario Gómez, y que va de exhibición en exhibición en cada partido desde que despertó contra Holanda.

Pero los lusos no son solo Ronaldo, como bien se ha encargado de avisar Del Bosque. Tienen una delantera muy rápida y peligrosa con el jugador del Real Madrid y Nani, y un centro del campo y una defensa solvente, donde destacan Pepe, Meireles y Moutinho.

El ambiente entre los lusos anda enrarecido por la designación del árbitro

El ambiente entre los lusos anda enrarecido, como de costumbre, desde que saben quién es el árbitro del partido, el turco Cuneyt Cakyr. Los portugueses piensan que es una designación a dedo de Villar por su amistad con el vicepresidente del Comité de Árbitros de la UEFA, también otomano.

El seleccionador portugés, Paulo Bento, pasó ayer algo por encima de esta polémica -'Espero que no se sienta condicionado', dijo- y se mostró seguro de que esta vez sí saben lo que hacer para acabar con un mal fario histórico. 'Sabemos lo que tenemos que hacer y cómo lo queremos hacer. Tenemos que presionar a nuestro rival en todas las líneas del campo. Nuestro objetivo no es sólo defender todo el tiempo', afirmó.

En el último partido oficial, La Roja eliminó a Portugal del Mundial de Suráfrica, al vencerles en los octavos, pero los lusos golearon a España en el último choque (4-0), hace dos años. Con la extrema igualdad que se presume en el choque, ahora, probablemente será otra historia. Una historia que, pase quien pase, espera a España o a Portugal.

Portugal: Rui Patrício; Joao Pereira, Bruno Alves, Pepe, Fabio Coentrao; Meireles, Miguel Veloso, Moutinho; Nani, Hugo Almeida o Varela y Cristiano Ronaldo.

España: Casillas; Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Xabi Alonso, Xavi; Iniesta, Cesc y Silva o Pedro.

Árbitro: Cuneyt Cakir (Turquía).

Estadio: Donbass Arena de Donetsk (50.000 espectadores).