Cita con el sentimiento

Los amistosos de combinados autonómicos han desaparecido del calendario futbolístico navideño. Este año, sólo las selecciones de Catalunya y Euskadi, las de más tradición y solera, han querido aprovechar la oportunidad de reunirse y no decaer en sus reivindicaciones de oficialidad. Los dos encuentros, no obstante, han despertado una expectación dispar.

Catalunya se mide hoy (19:00 h.) en el Estadi Olímpic Lluís Companys de Barcelona ante la selección de Honduras. La gran preocupación de la Federación Catalana se centra en el aspecto que presentarán las gradas de Montjuïc, ya que a última hora de ayer los aficionados habían adquirido apenas 10.000 entradas en un recinto con capacidad para 55.000 espectadores. El seleccionador catalán, Johan Cruyff, ha confeccionado una lista con siete representantes del Barça y otros tantos del Espanyol, en la que destacan las ausencias de Xavi y Cesc. Entre los convocados, tampoco figura ningún jugador de Valencia, Villarreal, Sevilla, Getafe, Almería y Málaga, clubes que se han negado a ceder a sus futbolistas.

Más interés entre el público parece haber despertado el partido de mañana entre Euskadi y Venezuela. El combinado vasco se reúne dos años después, una vez resuelto el conflicto de su denominación. En 2007, pasó a llamarse Euskal Herria, algo que despertó el rechazo de parte de la clase política vasca y que obligó a la federación a dar marcha atrás.

Un año más tarde, varios jugadores se negaron a jugar si no era bajo el nombre de Euskal Herria y hasta este año, con la denominación final de Euskal Selekzioa (selección vasca), no ha llegado el consenso.

Se espera que San Mamés presente un aspecto inmejorable. En la mañana de ayer se formaron largas colas alrededor del estadio para adquirir una entrada y ya está preparado un mosaico de 40.000 cartulinas con los colores de la ikurriña. Las principales novedades en el equipo que dirigen Etxarri e Iribar son la vuelta de Xabi Alonso, ocho años después, y el debut de Munian y Ander Herrera.

El futuro para ambos combinados pasa por la creación de Torneo de las Naciones que, una vez alcanzado el acuerdo con la FIFA para jugar en fechas oficiales, disputarían Catalunya, Euskadi y otra tercera selección por determinar.