Dos potencias futbolísticas, Argentina y Alemania, dirimen hoy muchas cuentas pendientes. Tras varios días de acusaciones y provocaciones desde ambos bandos el fútbol entra en escena. Las dos selecciones que mejor sensaciones ofrecen buscan las semifinales.

El último precedente, un amistoso disputado en Múnich, tuvo color albiceleste (0-1). Y a eso se agarra Argentina. 'Nos tienen mucho respeto desde que en marzo les ganamos, y bien', recuerda Demichelis. El bravo central, afincado desde años en el Bayern, es quien hace de azote germano en la guerra dialéctica que Schweinsteiger comenzó. 'No tenemos que entrar a sus provocaciones.

Su lenguaje corporal, sus gesticulaciones, la forma en que tratan de presionar al árbitro... No tienen ningún respeto', prendió la mecha el centrocampista . Y no tardó en encontrar respuesta. '¿Qué pasa contigo Schweinsteiger, estás nervioso?', le reprendió con sarcasmo Maradona. Una polémica que, lejos de rebajarse, se calienta desde cada frase. 'Maradona no tiene un sistema y depende de sus estrellas', continuó el histórico Matthaus.

Pero sólo vale el presente. Atrás quedan cinco cetros mundiales entre ambos (tres alemanes y dos argentinos) y 18 enfrentamientos (ocho victorias suramericanas por cinco germanas). En el último Mundial, en Alemania, los anfitriones echaron a Argentina en cuartos. Los dos técnicos, Maradona y Low, repetirán los onces que superaron los octavos, incluido Messi, que superó un resfriado. Y los dos quieren la pelota. 'Si Dios quiere nos vemos en la final... y va a querer', predijo ayer Maradona.