Continúan activadas todas las alarmas en torno a la principal estrella de la expedición de Portugal en el Mundial de Brasil. Por segunda vez en menos de una semana, Cristiano Ronaldo tuvo que abandonar el entrenamiento de la selección lusa con la rodilla izquierda envuelta en una bolsa de hielo.

Aquejado de una tendinitis rotuliana, el astro del Real Madrid salió del césped del estadio Moisés Lucarelli, en Campinas (São Paulo), antes que el resto de sus compañeros en el primer entrenamiento de Portugal después del varapalo sufrido el pasado lunes ante Alemania (4-0). Ronaldo, que jugó los 90 minutos del encuentro ante los teutones a un buen nivel, llevaba adosado a la rodilla izquierda un aparatoso vendaje, síntoma de que la tendinosis sigue haciendo mella en la rodilla del crack portugués. Es la segunda vez que se ve al capitán de la selección lusa ausentarse de un entrenamiento con una bolsa de hielo después de la anterior práctica en abierto, el 12 de junio.

Después de la dolorosa derrota ante Alemania en su partido inaugural, la selección de Portugal se prepara ahora para el choque el día 22 ante Estados Unidos, aunque sin el lateral zurdo Fábio Coentrao, que se perderá el resto del Mundial por su lesión en el abductor, el portero Rui Patrício y el ariete Hugo Almeida, ambos con lesiones menos graves. Además, Paulo Bento tampoco podrá alinear en su partido ante Estados Unidos a Pepe en el eje de la zaga, expulsado ante los alemanes. Los lusos están obligados a ganar a los norteamericanos para mantener vivas sus opciones de alcanzar los octavos de final y no decir adiós antes de tiempo a Brasil.