Cruyff se plantó en las oficinas del Camp Nou y devolvió la insignia que le acreditaba como presidente de honor del Barcelona. 'Estas cosas cuestan mucho aceptarlas, pero devolverlas, poco trabajo', explicó el holandés que tomó la decisión, sin avisar al club, por el revuelo que se ha originado desde que fue designado para el cargo honorífico. 'Si después de la primera reunión de la nueva junta, soy tan importante para que no salga otra cosas más que esto, prefiero no estar en medio, es mejor', comentó Cruyff.

Rosell, que en ese momento daba una rueda de prensa, se mostró sorprendido al enterarse, aunque consideró normal la decisión del histórico técnico: 'Yo hubiera hecho lo mismo. Si te dan un título que no existe, lo devuelves. Supongo que se habrá asesorado con abogados'. El presidente y Cruyff mantienen una mala relación desde el tiempo en el que Rosell era vicepresidente con Joan Laporta.

No fue la única noticia en la actualidad barcelonista. Por la mañana el Manchester City anunciaba el fichaje de Touré. El de Costa de Marfil le ha costado a los ingleses 30 millones de euros, que podrían ser más en función de los resultados deportivos, pero de todo ese dinero sólo 24 millones será npara el Barcelona ya que una parte de los derechos sobre el jugador es propiedad de su representante.

Además Rosell descubrió el grueso de la estructura deportiva de su mandato con dos nombramientos. Zubizarreta, histórico portero azulgrana, será director deportivo. El vasco ya ejerció el mismo cargo en el Athletic de Bilbao entre las temporadas 2001 y 2004 y contará con la ayuda de Narcís Julià en la secretaría técnica. Otro ex jugador, Guillermo Amor, también ha entrado a formar parte de la estructura del club, se encargará de la dirección del fútbol base, un cargo que ya había ocupado en 2003.