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El debut llega con dudas

España muestra más flaquezas que virtudes en su primer partido ante la débil Polonia (83-78)

GONZALO CABEZA

España no sabe entrar en acción. Tanto en Polonia hace dos años como en Turquía el pasado, el primer partido fue una losa. En Lituania no se ha aprendido la lección. El encuentro ante Polonia fue decepcionante porque, a pesar de la victoria (83-78), se notaron más lo defectos que las virtudes.

Las dudas se acumularon al final del encuentro, pues la primera mitad había sido un camino de rosas. Hasta ese momento, Scariolo había utilizado hasta la saciedad el recurso maestro de la selección, un juego interior imperial que estructura un equipo ganador. Pau Gasol percutió una y otra vez a la defensa polaca, incapaz de parar esa fuerza de la naturaleza. Él, que terminó con 29 puntos, y su hermano Marc demostraron que España es imparable en la zona. Ibaka, aunque jugó poco, rindió en los que se le exige: fuerza e intensidad. Sólo faltó algo más de pericia en el rebote.

Pau Gasol y Navarro sujetaron al equipo, que terminó muy mal

A ellos se les sumó Navarro, que nunca falla. En el juego exterior, inoperante, el escolta fue un oasis. No sólo es un gran lanzador sino que además es un jugador inteligente, capaz de encontrar ventajas y tiros sencillos. Se fue hasta los 23 puntos.

Las preocupaciones llegan con el resto. A Rudy, una alergia no le permitió casi aparecer. Su ausencia dejó muestras de uno de los puntos débiles de los de Scariolo: la posición de alero. Kelati, el mejor de los polacos, jugaba en esa zona y no tardó en convertirse en un martirio. Ni San Emeterio, ni Claver, ni mucho menos Llull, que llegó a jugar en esa posición, dieron la talla. En un equipo plagado de estrellas ese rol es un agujero negro. El problema es grande, llegarán otros que se sabrán la lección y tendrán jugadores mejores que Kelati para aprovecharse. Scariolo necesita dar alguna respuesta además de soñar con la recuperación de Rudy. El seleccionador sabe del problema: 'Otros jugadores tienen que crecer en su juego'.

'Espero que nos hayamos quitado los nervios', dijo Scariolo

Tampoco el puesto de base dio buenas vibraciones. En la configuración de la plantilla se decidió tener tres jugadores específicos para esa posición, pero el naufragio fue general. Ricky y Calderón rindieron muy por debajo de lo esperado y no impusieron su ritmo. Sada, el tercero en discordia, cumplió, pero la responsabilidad no puede ser suya. Entre todos no sumaron un punto. La materia prima existe, pero tiene que imponerse.

Scariolo, además, no pareció tenerle mucho respeto al rival. Confiado de la victoria hizo rotaciones extrañas y concedió excesivos descansos. Esa actitud del técnico se trasladó al juego, muy apático en ocasiones, algo que el propio técnico reconoció después: 'Nuestra tensión defensiva bajó cuando nos fuimos por 17'. A pesar de todo, victoria. 'Hemos superado el escollo, espero que nos hayamos quitado los nervios', dijo el seleccionador. España sigue siendo favorita, pero ahora sabe que tiene cosas por aprender. El jueves, ante Portugal (14.15 h., La Sexta), debe resarcirse.

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