Este artículo se publicó hace 14 años.
Una defensa sólida y creíble
Es momento de actuar y hablar con prudencia. La suspensión provisional decretada por la Unión Ciclista Internacional "a falta de investigaciones adicionales" tras el resultado adverso por clembuterol de Contador abre un proceso en el que la propia UCI, la AMA (Agencia Mundial Antidopaje) y la Federación Española tendrán que intervenir.
Contador posee una defensa sólida, bien argumentada y expuesta con una valentía y una transparencia jamás vista en un deportista relacionado con un posible positivo. Su explicación de la ingestión de carne suena creíble y parece contar con testimonios que la avalan. Además, tiene la suerte de haber sido controlado a diario entre los días 19 y 24 de julio: es decir, puede presentar controles negativos justo antes y después de su positivo.
Los niveles de clembuterol que aparecen en la orina de Contador son extraordinariamente bajos. Los días 19 y 20 no había. El día 21 presentó 50 picogramos por mililitro, el día 22 solamente 20 picogramos y los días 23 y 24, nada. Unos resultados compatibles con su versión de la carne contaminada procedente de Irún (presumiblemente de ganado engordado de forma ilegal con esta sustancia) que cenó el día 20.
¿Qué representan esos niveles? A modo de comparación, los expertos en Farmacología estiman en 2.000 picogramos/mililitro el nivel mínimo para que el clembuterol tenga el efecto de elevar el rendimiento físico en un deportista. Esto nos lleva a dos conclusiones. La primera, que Contador no habría llegado a beneficiarse en competición de esos niveles de clembuterol. Y la segunda, ¿por qué no fija la AMA de una vez un nivel mínimo para considerar un resultado positivo con esta sustancia?
El ciclismo ofrece siempre luces y sombras en materia de dopaje. Es a la vez el deporte con los controles más serios y el que ha ofrecido los escándalos más tremendos en cuanto a las redes organizadas de dopaje. No hay que olvidar que en la Operación Puerto (que sigue sin juicio cuatro años después) aparecieron más de 50 litros de sangre de ciclistas en una nevera de un piso madrileño.
Actualmente, el seguimiento de los ciclistas por parte de la lucha antidopaje es férreo. La puesta en marcha del pasaporte biológico (un seguimiento longitudinal de valores de sangre y testosterona que delata cualquier cambio brusco) y los controles por sorpresa hacen muy difícil que los tramposos puedan escapar sin sanción. Además, las muestras se congelan y pueden ser reanalizadas durante ocho años. Contador es uno de los ciclistas más controlados del mundo y la aparición de estos ínfimos niveles de clembuterol no cambia sus perfiles sanguíneo ni hormonal.
Todo lo anterior tampoco prueba definitivamente la inocencia de Contador. La UCI debe continuar sus investigaciones y completar el expediente. Escuchando y solicitando informes a los científicos que más saben de clembuterol.
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