La doctrina del sabio Prigioni

La batuta de Prigioni y el acierto del Tau desde la línea de tres puntos dejaron en evidencia una noche más a la defensa del Real Madrid. 116 puntos encajó el pasado domingo ante el Cajasol y 91 ayer. Los vitorianos voltearon el partido en el tercer cuarto con un parcial de 30-18. Un diluvio ofensivo que no pudo contener Plaza desde el banquillo. Con tres derrotas consecutivas, su equipo está con más patinazos que victorias en la ACB y lo que queda esta semana es para preocuparse.

Fue un partido tenso, duro. Los ataques tardaron 15 minutos en desembarazarse de la mordaza defensiva. Splitter y Massey plantaron el prohibido el paso en sus zonas. El gran perjudicado fue Felipe Reyes, casi en blanco hasta después del descanso. Él y Bullock necesitan alguna mano amiga para compartir el peso anotador del equipo.

Desde el primer momento, la sensación es que el Tau estaba mejor dirigido por Prigioni que el Real Madrid por sus bases. El argentino marcó el ritmo que Ivanovic ordenaba desde la banda. El ataque madridista era algo más anárquico, ni Sánchez ni Raúl leyeron bien el partido.

Minuto a minuto, el Tau amplió su ventaja. Prigioni empezó el bombardeo desde el triple, siguió Rakocevic y terminó Teletovic. El Madrid hacía agua atrás, la distancia llegó a ser de 19 puntos. El asunto comienza a ser grave, puesto que en Euroliga ante el Partizan los problemas llegaron también a través del tiro exterior de los balcánicos.

Con el partido casi resuelto, Plaza recurrió a la zona para intentar la proeza. A punto estuvo de conseguirlo: a seis se colocó el Madrid, pero Teletovic desde el 6,25 fue mortal.