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El dúo se habitúa a perder

Verdasco y Feliciano caen ante Nalbandian y Schwank y acrecientan las dudas sobre su sintonía en la pista

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El doble fue la pequeña catástrofe de siempre. No mata al equipo español, pero lo hiere y le empuja a unas dudas que no debería tener. Es un punto perdido, un agujero negro de la que es, sin duda, la mejor selección del mundo del tenis.

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Nalbandian y Schwank pasaron por encima de Verdasco y Feliciano. Fue una victoria sin paliativos, durísima, en la que los españoles no tuvieron una sola opción. Los doblistas de la Armada tienen buena intención y son probablemente los que más ánimo llevan a cada eliminatoria sólo había que ver a Verdasco el viernes desgañitándose con sus vítores a Ferrer, pero cuando les toca coger la raqueta, aportan muy poco. Una pareja estéril que en su momento dio réditos, pero que ahora está marchita. España gana 2-1 y es favorita incluso con esa tara, lo cual es aún más notable.

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Costa tendrá que tomar una decisión y modificar un doble que no funciona

Ni Verdasco ni Feliciano jugaron bien ayer. En el primer set aún mantuvieron las formas, pero posteriormente rompieron toda cohesión. No se entienden en la pista, por muy amigos que sean fuera de ella. Verdasco intentó dominar desde el fondo, pero tarde o temprano se le cruzaba Nalbandian, ayer ubicuo en La Cartuja. Feliciano ni siquiera eso. Se le supone el especialista en la red y un buen sacador, dos cualidades que tiene en su arsenal pero que ayer no supo utilizar. Si las desarrollase, el toledano sería el más aprovechable para el juego por parejas donde el juego en red es fundamental. Pero, jugando como ayer, su valor real en los sábados de Davis es nulo. En Argentina, además del tremendo Nalbandian, un talentazo poco aprovechado por la mala cabeza, destacó el buen hacer de Schwank. No brilló como su pareja, pero demostró un aplomo que no se esperaba. No es fácil ser un jugador mediano y rendir en un escenario tan grande como una final de Davis.

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Albert Costa tiene una decisión que tomar. Recogió el equipo campeón de Emilio Sánchez-Vicario y se ha dedicado a mantenerlo y, con buen juicio, a no tocarlo por aquello de que lo que va bien no se cambia. El capitán, sin embargo, va a tener que modificar algo en el doble. No se puede entrar en la Davis con un punto perdido de antemano, y menos aún con la increíble materia prima que tiene el tenis español, con tres jugadores entre los diez mejores del planeta. Falta, eso sí, algún especialista en dobles que sepa actuar en este tipo de situaciones.

Con 2-1 a favor, a España le basta con que Nadal o Ferrer ganen hoy

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La derrota, a pesar de todo, no es muy grave. Perder el dobles significa seguir ganando 2-1. En el banquillo espera Nadal, el mejor jugador sobre tierra de la historia. En teoría tendrá que jugar con Del Potro (12.00 h., La 1), aunque Nalbandian, que no está en el cartel de ninguno de los partidos, ayer reclamó su espacio en la pista. Si falla Nadal, será el turno de Ferrer, que, en principio, tendría que jugar con Mónaco. Un punto dará a España su quinta ensaladera.

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