Un empate express

Contaba una hora antes Caparrós en su Twitter que había ánimos en el equipo de sacar algo de esa media hora pendiente ante el Granada por la agresión que sufrió un asistente de Clos el 20 de noviembre. A puerta cerrada, los baleares se llevaron un punto exprés. El Mallorca no perdió un segundo en buscar ese gol que le sacara del agujero en el que se metió hace dos semanas, después de una segunda parte funesta.

El encuentro se reanudó con un saque de esquina favorable a los baleares. Ahí se quedó metido el equipo de Fabri en los primeros minutos de esa media hora final. Nada más comenzar, Íñigo López midió mal una entrada a Hemed dentro del área y cometió penalti. El israelí no falló y regaló muy pronto el objetivo con el que los de Caparrós viajaron hasta Granada.

Por mucho que Fabri insistió en la previa que sus jugadores saldrían al campo con la idea de que el resultado era de cero a cero, lo cierto es que hubo cierta sensación de guardar el tesoro en los granadinos. Cuando se vieron con el preciado botín arrebatado, fue cuando asomaron un poco más por la portería de Aouate.

El planteamiento de Caparrós resultó perfecto en Los Cármenes, aunque estuvo a punto de irse al traste en una entrada a lo loco de Nunes dentro del área. La sensación fue de penalti, el sonido del silbato del árbitro también lo pareció. El propio defensa portugués se asustó, pero el colegiado resolvió el asunto con un córner.