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España encuentra respuestas

Los de Scariolo, en la segunda fase tras una prórroga. La selección recupera parte de su aroma en torno a Pau, Navarro, Rudy y Reyes. Lorbek fuerza el desempate a falta de cinco milésimas

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El vaso sigue medio lleno. España está donde se presuponía hace una semana, más allá de ese primer filtro que veta a los mediocres. Salvada ya de esa segunda lectura de la teoría del vaso que un tiro de Erazem Lorbek, surgido (restaban cinco milésimas) cuando el partido hiperventilaba, amenazó con seguir castigando al grupo de Scariolo. En ese momento, con una prórroga de consecuencias imprevisibles, la teoría traspasó el continente para centrarse en el contenido. En esos cinco minutos, los de Scariolo estaban obligados a hurgar dentro de sí para encontrar su verdadero aroma. Esos matices y esas sonrisas que habían aparecido una hora antes alrededor de Pau, Navarro, Felipe Reyes, Rudy y Ricky, el quinteto titular de Scariolo.

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En esos últimos cinco minutos, cada uno de ellos necesitaba atreverse a comportarse de forma natural. De esa rebeldía dependía el destino de un equipo que, después de dos días de rotaciones, con continuos ensayos acelerados de pruebas y errores, parecía empezar a regenerarse bajo su receta tradicional. Esa conjunción de solvencia en el tiro, tras la recuperación de Navarro, intensidad en la ayuda defensiva, rebote y la solución omnipresente de Pau Gasol.

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España está donde se presuponía hace una semana

Sin embargo, todos esos fundamentos de identidad aún funcionan al ralentí. De no ser así, Eslovenia se hubiera dejado llevar cuando Rudy, impoluto en los tiros libres, estableció la máxima diferencia del partido (62-47, min. 28). Entonces, el vaso rebosaba. Después de dos días de arrastrarse por el fango, la dinámica regalaba algo de normalidad.

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Pero la opción de liderar el grupo se esfumó en el inicio del último cuarto con tres pérdidas de balón, en el primer pase de la circulación, que aprovechó Lakovic para reivindicar ese cambio de mentalidad que les machaca Zdovc. El base del Barça lideró el parcial (2-16) que Eslovenia necesitaba para creer que pueden ser importantes aunque Smodis sea, como ayer sucedió, un figurante del banquillo.

Navarró entendió el momento (64-63, min. 35) para ofrecerse como referente. Empezó ese revoloteo con el balón que siempre adelanta alguna solución de éxito. Sea un triple, una bomba o, como ayer, un goteo continuo de tiros libres. En esa dinámica, la clasificación parecía una cuestión temporal. Sin embargo, Dragic y Lakovic quisieron demostrar que esa fragilidad mental que persigue a Eslovenia está superada. Sólo ellos creyeron que podían remontar las diferentes secuencias (cuatro puntos, a falta de 31 segundos; tres puntos, a falta de 7.9 segundos ;tres puntos, a falta de 1.2 segundos) que España regaló.

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Después de un partido que anuncia luz en el túnel, por el camino de España volvía a cruzarse esa mezcla de terror y dudas. Pero los de Scariolo empezaron a reencontrarse con esos intangibles que les han hecho intocables durante la prórroga. Quizá todo sea tan fácil como darle el balón a Pau. Un reduccionismo que sirve, por el momento, para no ahogarse en el vaso.

90 - España (18+25+19+16+12): Rubio (9), Navarro (21), Rudy (19), Reyes (17) y Pau Gasol (13) -equipo inicial-, Cabezas (0), Marc Gasol (5) y Llull (6).

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84 - Eslovenia (20+15+14+29+6): Lakovic (15), Brezec (12), Nachbar (14), Domen Lorbek (4) y Erazem Lorbek (8) -equipo inicial-, Smodis (0), Slokar (0), Udrih (0), Dragic (19), Golemac (4) y Jagodnik (8).

Árbitros: Romualdas Brazauskas (LIT), David Chambon (FRA) y Olegs Latisevs (LET). Udrih (min.36), Rubio (min.40) y E. Lorbek (min.41), fueron eliminados por cinco personales.

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Incidencias: Partido de la tercera y última jornada del Grupo C de la primera fase del campeonato de Europa de baloncesto, disputado en el Torwar Hall de Varsovia ante 3.471 espectadores. Jaime Lissavetsky, secretario de Estado para el deporte, presenció el partido en el palco.

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