Menos mal que la calidad de la selección española de fútbol sala se impuso a la trampa y el despropósito. Tras el 0-0 en el partido de cuartos ante Rusia, la tanda de penaltis fue digna de la película más surrealista de Buñuel.

Tras cuatro lanzamientos perfectos y un gol fallado de Rusia, Javi Rodríguez clavó la pelota dentro de la portería, dando en el hierro trasero del larguero y saliendo fuera. Los árbitros, sin ninguna lógica posible, señalaron como invalidaron el gol. Increíble. Un robo digno del mejor de los atracadores.

Las protestas no sirvieron de nada pero después de otros dos tiros Luis Amado paró el tiro de Timoschenkov y se hizo justicia. España jugará las semifinales ante la República Checa.

La primera parte comenzó con España muy metida en el partido, presionando la salida de balón rusa con Fernandao y Javi Rodríguez muy activos.

España avisaría en dos ocasiones, primero con un tiro de Kike en el minuto 3 que, tras un rechace, envió el balón al palo, y un minuto después sería Borja el que obligaría al meta Zuev a lucirse tras un remate en el segundo palo.

A partir de aquí el partido se volvió muy físico y ambos equipos gozaron de oportunidades. Chistopolov y Sergeev por los rusos y Borja y Dani, por España. Al descanso se llegó sin goles y con los españoles como dominadores.

En el segundo tiempo se mantuvo el guión. España dominó cada vez más al equipo ruso, que no tuvo ninguna ocasión clara hasta el minuto 35, cuando Luis Amado tuvo que meter el pie tras un tiro de Shayakhmetov.

El equipo dirigido por José Venancio López, mucho más ambicioso, acabó el partido volcado sobre la portería rusa. Incluso se arriesgó a jugar con Kike como portero adelantado en el último minuto.