De la euforia a la desesperación

El Valladolid aprendió de la virtud del Villarreal y Osasuna no pareció aprender de los errores del Getafe. El Pucela se presentó en el Reyno de las sorpresas con una racha inmejorable y tras ir perdiendo 3-0 dio la vuelta al marcador. Si lo visto en El Madrigal fue algo surrealista, el Valladolid quiso intentar el más difícil todavía, remontar una diferencia de tres goles, pero jugando como visitante.

Nadie daba un duro por el empate albivioleta cuando en el minuto 56 Dady colocaba una pelota junto al palo derecho de Justo Villar estableciendo el 3-0 y dando por finiquitadas las esperanzas de los vallisoletanos desplazados hasta Pamplona.

Pero en cinco minutos, Osasuna tiró por la borda la amplia ventaja que había convertido al estadio rojillo en una explosión de júbilo que no se veía en Pamplona desde el último San Fermín.

Goitom, en el 60, y Miguel Flaño en propia puerta en el minuto 64, pusieron los nervios y comenzó entonces la psicosis getafense, Ogbeche consiguió el empate y Osasuna seguirá siendo colista una semana mas.