Este artículo se publicó hace 15 años.
Examen con historia
El Real Madrid alinea por primera vez dos bandas equilibradas con Heinze-Marcelo y Sergio Ramos-Robben. Juande pasa hoy su test más duro ante el fútbol programado de Benítez y la leyenda de los 'reds'
Noche de escudos legendarios en el Bernabeú; 14 Copas de Europa suman entre Real Madrid y Liverpool. Atendiendo a las vitrinas sólo en un Milan-Madrid habría más jerarquía. Por el número de veces que se han enfrentado (sólo se cruzaron en la final de 1981) el de esta noche no sería un clásico continental. Por mística, este es el duelo de Europa.
No hay dos clubes que acumulen tanta leyenda de victorias imposibles. Ni tantas noches de épica. Tampoco hay dos entidades cuyos símbolos generaran tanto magnetismo desde la dialéctica más punzante y futbolera que se ha conocido: Di Stéfano y Shankly. La talla de ambos personajes se mide en su dimensión: ellos son sus clubes, porque de ellos nacieron los valores que los engrandecieron.
Esta noche las tribunas se difuminarán con la neblina y el olor de los puros; el viejo aroma de las grandes noches europeas en el Bernabéu. Bajo esa tremenda carga histórica, la metodología de Juande será examinada. Una debacle le dejaría muy tocado. Así es el Madrid con la Copa de Europa de por medio.
La calculadora BenítezY no hay prueba más exigente que la de medirse a un equipo de Benítez, tan científico él, tan amigo de capar las virtudes del contrario, tan obsesionado en darle un porqué a cada movimiento. Todo lo estudia, todo lo sabe y de eso recela parte del madridismo cuando suena como futuro inquilino del banquillo. En un club que ha creado gran parte de su leyenda desde el fútbol emocional, la frialdad de su propuesta hipermecanizada chirría.
Estará Robben, que le bajó los humos a Boluda "desde fuera es fácil decir que podemos ganar 3-0" y por primera vez el Madrid tendrá dos bandas equilibradas. También es noche para Raúl, que ha entrado en un debate peligroso que le aleja del área: no es lo mismo hacer de enganche ante el blando Sporting o el dislocado Betis que meterse entre la línea de fuego de Xabi Alonso, Mascherano y Gerrard. En el corazón del juego, el Liverpool hace chatarra con las cabezas pensantes del contrario. Luego, se desata con el despliegue de Gerrard, el manual pulcro y esforzado de Kuyt y la velocidad de Torres, que viene con sangre en el ojo y de rojo pasión...
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