Familiar rivalidad

Desde que Pau Gasol abrió el camino español en la NBA, el ritual se ha repetido inexorablemente: cena con el compatriota de turno (Calderón, Garbajosa, Sergio Rodríguez...), antes o después del partido, a veces, antes y después. Gasol marca el ritmo.

Es el pionero, el veterano, la estrella, que ahora brilla en el glamour de Los Ángeles. Esta noche, sin embargo, el hábito se invertirá: Pau regresa a su viejo hogar.

Y, en vísperas de Nochebuena, Marisa, su madre, le aguarda entusiasmada. Por fin, este año, sus tres hijos se reunirán entorno a la mesa de Navidad en plenas fiestas. Y Marc ejercerá de anfitrión. El mediano (23 años) ha tomado el relevo de Pau en el FedEx Forum y Memphis asistirá esta madrugada (2.00, Canal +) al primer enfrentamiento oficial entre los hermanos Gasol.

Rivalidad fraternal

"Si le puedo hacer algún mate en la cara o colocarle algún gorro, que nadie dude de que lo haré", confiesa Marc, al otro lado del teléfono. Faltan aún algunos días para el Grizzlies-Lakers y Marc no ha hablado aún con Pau sobre el partido. Pero no hace falta. "Los dos somos muy competitivos y siempre ha existido un pique sano; ambos lo sabemos", abunda Marc. Ilustra la antológica rivalidad entre los hermanos Gasol.

"Si se pican hasta en las pachangas, no quiero ni imaginarme lo que puede ser eso", constata Juan Carlos Navarro, ex compañero y amigo los dos. Esta madrugada, como las dos abuelas y el abuelo de los Gasol desde Sant Boi (Barcelona), el escolta del Barça procurará disfrutar de la fiesta ante el televisor.

Hasta hoy, Pau y Marc habían compartido equipo con la selección, pero sólo habían tenido ocasión de enfrentarse, durante unos minutos, en el amistoso que los Grizzlies disputaron, en 2003, ante el Barça. Entonces, Pau era la estrella de los de Memphis y Marc, un simple aspirante a la titularidad de los azulgrana. Nada que ver con la actual situación.

"Los dos somos muy competitivos y siempre ha existido un pique sano"

Pau sigue brillando, pero junto a Kobe Bryant, en Los Ángeles. Y Marc, tras revelarse como uno de los mejores jugadores de la ACB, releva a su hermano, en los Grizzlies, con unos números fabulosos: promedia casi 11 puntos y siete rebotes, en los 30 minutos que Marc Iavaroni le concede por partido. "Uno siempre aspira a más", expone Marc, "pero no me quejo de cómo me está yendo".

Ante los incrédulos, Pau siempre había elogiado las virtudes de su hermano y Marc no encuentra mejor partido que el de hoy para darle la razón. "Me motiva mucho jugar contra él y enfrentarme a los Lakers. Será divertido y emotivo; se mezclarán muchas emociones", apunta el mediano de los Gasol. "Y curioso asistir al regreso de Pau a la ciudad", añade, convencido de que el recibimiento será bueno. "Pau ha dado mucho a Memphis", razona. A lo mismo aspira él.