Este artículo se publicó hace 12 años.
La Federación fulmina a la mujer que puso a la natación sincronizada española en el panorama mundial
Decide no renovar el contrato de Anna Tarrés por "razones de política deportiva" pese a la intachable trayectoria llena de éxitos, entre ellos cuatro medallas olímpicas
La Federación Española de Natación (RFEN), ha anunciado este jueves a la seleccionadora española de natación sincronizada, Anna Tarrés, que no renovará su contrato para seguir en el cargo.
"Me han dicho que tenían otra hoja de ruta", ha asegurado Tarrés a la emisora catalana Catalunya Radio. Todo parece indicar que existían problemas personales entre la Federación, dirigida por Fernando Carpena, y la hasta ahora seleccionadora, aunque el organismo ha negado tal extremo en un comunicado.
"Razones estrictamente profesionales y de política deportiva fundamentan esta decisión", afirma la RFEN. "En conversación privada mantenida con doña Anna Tarrés Campa se le ha anticipado la decisión de no renovar el contrato con esta Federación, que expira el próximo 31 de diciembre, pendiente de hacerlo formalmente en cumplimiento de lo establecido en dicho contrato", añade el comunicado, en el que además agradecen a Tarrés "su innegable y valiosa aportación a la natación sincronizada"
Extraña, no obstante, que los motivos sean deportivos, puesto que Tarrés ha puesto a la natación sincronizada española entre las mejores del mundo desde hace años.
"Me ha cogido en frío, no lo esperaba"Desde que asumió el cargo en 1997, la natación sincronizada española ha logrado cuatro medallas olímpicas, dos de ellas en los Juegos de Londres de este año.
El camino hasta convertirse en la segunda potencia mundial había sido duro y plagado de sacrificio, pero en Londres quedaba algo más duro, mantenerse y afrontar el relevo. Mengual lo dejó tras los Mundiales de Roma de 2009 para ser madre y otras de las piezas claves del despertar de la sincronizada como Paola Tirados, Irina Rodríguez o Raquel Corral también se despidieron, informa Europa Press.
Sin embargo, la seleccionadora Anna Tarrés, metódica rigurosa y siempre en busca de la innovación, afrontó la transición sin prisa, pero sin pausa. Le dio la jefatura a la ya consagrada Andrea Fuentes, compañera de Mengual en Pekín, y junto a ella apostó por Ona Carbonell, que no estuvo en la capital china.
"Me ha cogido en frío, no lo esperaba, Veo que mi proyecto se ha truncado de golpe. La labor está ahí y mi trayectoria es muy clara, respaldada por los resultados conseguidos durante tanto tiempo", ha añadido Tarrés a Mundo Deportivo.
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