Este artículo se publicó hace 12 años.
Entre final y final, renovación
A un paso de igualar su curso más fructífero en títulos (cuatro), el técnico mantiene en vilo a jugadores, junta y aficionados, que ven en él al principal responsable de los 13 trofeos acumulados en los últimos
El manual de conducta de Pep Guardiola señala que todo el mérito de los éxitos logrados por el Barcelona corresponde a sus fabulosos jugadores. Y, sin embargo, algo habrá aportado también el técnico azulgrana para que, en los últimos tres años y medio, ese grupo de futbolistas haya alcanzado 12 finales de 14 posibles y ganado la friolera de diez, a la espera de disputar la duodécima, ante el Athletic, el próximo mayo. "El míster es el líder: siempre sabe sacar lo mejor de cada jugador; lo gestiona todo superbien", asegura Cesc Fàbregas. En su primer año como azulgrana, el medio ha alzado ya tres títulos (Supercopa de España, Super-copa de Europa y Mundial de Clubes), todos los disputados, y se ha clasificado para la cuarta final posible, la de la Copa del Rey. Cesc no sale de su asombro: en ocho años en el Arsenal, sumó una Cup y una Community Shield.
Guardiola ha convertido en natural un hecho extraordinario: que su equipo compita hasta el final por todos los títulos que disputa y, además, gane la mayoría. Hasta tal punto es así que, de las 26 eliminatorias directas que ha jugado el Barça desde que el de Sant-pedor asumió las riendas del banquillo, en junio de 2008, ha superado 24. En el camino, sólo se dejó, en la temporada 2009-10, los octavos de final de la Copa, ante el Sevilla, y las semifinales de la Champions, ante el Inter. Paradójicamente, ese curso, el segundo del entre-nador catalán, fue el más exitoso en cuanto a títulos logrados: cuatro (las dos Supercopas, el primer Mundial de Clubes y la Liga).
Con los tres conquistados ya esta temporada, la final de Copa del Rey asegurada, y la Champions y la Liga aún a su alcance, Guardiola y sus muchachos están a sólo un paso de igualar su curso más fructífero. "Cuando Pep llegó al Bar-ça, el club no atravesaba por su mejor momento", recuerda Gerard Piqué; "desde entonces prosigue el central, el equipo no ha parado de crecer y de ganar títulos". "Además, muchos jugadores de la cantera han subido al primer equipo y eso es un activo para el club, que ahora vale mucho más por eso y porque en el museo hay muchos más trofeos". Muchos son tantos como 13, sumando las tres Ligas también logradas a los diez conquistados en finales. Eso, sin tener en cuenta los numerosos récords de toda índole que ha batido este Barça. Una destaca entre la treintena de marcas conseguidas: ser el único equipo estatal que ha firmado un triplete (Liga, Copa y Champions), en la temporada 2008-09, la primera de Guardiola. "En todo eso, el míster es una de la piezas clave, si no la que más", concluye Piqué, que regresó al Bar-ça con el técnico .
¿Liga o renovación?No es extraño, pues, que la continuidad del técnico, renovada año a año, a veces a ritmo de concierto y por petición popular, se haya convertido en una cuestión crucial cada temporada. Ni que, cada curso, como en el día de la marmota, surja y cobre fuerza por estas fechas, cuando el calendario se complica, las competiciones encaran su recta final, y el técnico acostumbra a aliviar a la hinchada anunciando que tiene cuerda para un año más. "El míster no da pistas", asegura Xavi. "Pero está a gusto, contento, disfrutando, porque es más culé que el palo de la bandera", añade. "Y tiene que seguir", remata, en una opinión compartida por todo el vestuario.
A Sandro Rosell, que le extendió un contrato por cuantos años quisiera desde el día en que asumió la presidencia del Barça, le ocupa más que a nadie la continuidad de Guardiola. Hasta tal punto que, la semana pasada y después de pedírsela sin éxito a los Reyes, preguntó pública y extrañamente a la afición si preferiría ganar la Liga o la renovación de Guardiola. "A mí me gustarían las dos cosas", se autorres-pondió el presidente. Seguro que a los jugadores y a los aficionados, también. Guardiola, de momento, no suelta prenda. "Todo a su debido tiempo", repite una y otra vez. "Yo lo veo con más ganas que el primer año; con eso lo digo todo", deslizó ayer Piqué.
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