Este artículo se publicó hace 15 años.
Francia roba a Croacia 'su' Mundial
Los galos vencen en la final por 24-19 y completan un ciclo fantástico tras su oro en Pekín
La selección de Francia se proclamó campeona del Mundo tras vencer a Croacia por 24-19, en un partido que sirvió para culminar un ciclo brillante en el balonmano galo y para arrebatar a los croatas 'su' campeonato después de haber demostrado una importante autoridad en su camino hasta la final.
A los franceses no les tembló el pulso y lograron sobreponerse a la grada y a Ivan Cupic, el mejor en las filas locales con seis tantos. Francia, comandada por un excelente Michael Guigou --diez goles-- cimentó su triunfo en los últimos 15 minutos cuando Croacia se diluyó con una defensa 5-1.
Y es que todo se puso cuesta arriba para los balcánicos cuando el referente local, y mejor jugador en la anterior cita mundialista --Ivano Balic-- perdió los nervios. El '4' croata, fruto de su impotencia y desacierto, se enfrentó en repetidas ocasiones a los franceses, mucho más inteligentes.
Abalo y Narcisse cimentaron el triunfo 'bleu'Como si con ellos no fuera la cosa, el equipo entrenado por Claude Onesta sumistró sus posesiones con eficacia, sobre todo cuando el cronómetro se acercaba al final. En este sentido, Luc Abalo, el extremo del Ciudad Real, y Daniel Narcisse fueron dos de los pilares en el triunfo de los 'bleus'.
El partido estuvo cargado de tensión. Los croatas eran uno más en la pista por el apoyo de su afición y llevaron siempre la iniciativa y de hecho, el marcador les sonreía al descanso (11-12). Una mínima renta que no se encargó de consolidar en los minutos posteriores pues el colapso que sufrieron acabó por enterrar todas sus opciones.
Corría el minuto 42 (16-17) y los croatas no se imaginaban que el parcial en los 18 minutos restantes sería de 8-2. Una auténtica apisonadora les había pasado por encima para llevarse 'su' Mundial y cerrar un ciclo de oro. Francia venció a Croacia, pero también a todos los pronósticos.
Por su parte, el bronce en este Mundial correspondió a Polonia, que evitó que Dinamarca se volviera a repetir metal tras imponerse por 23-31 en un partido sin mucha historia. Los polacos, con un gran Karol Bielecki (10 goles) no dieron opciones a los daneses, donde destacó Mikkel Hansen (10).
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