Este artículo se publicó hace 15 años.
Gana puntos, pierde estilo
Un gol en el último minuto premia a España pese a renunciar de nuevo a su identidad. Los turcos se adelantan y la selección, sin su juego de costumbre, remontan por un penalti y por la fe de Güiza (1-2)
José Miguélez
España bombea sangre italiana. Jugar mal no la penaliza. Ganó tocada de fortuna el sábado, por accidente, y se convenció a sí misma de que ya es capaz de vencer porque sí siempre, por pura inercia, sin la obligación de coserse a la identidad que descubrió en su día Luis y que Del Bosque, al principio, decidió continuar. Volvió a repetirlo ayer, despojada de su juego habitual y con la suerte de otro gol mal defendido a balón parado y uno más, el definitivo, en el último minuto, producto sólo de la fe de Güiza.
Pero a España no le conviene confundirse, ni dejarse llevar por sentencias falsas. Necesita de la pelota, la personalidad, la asociación constante y el juego ofensivo. Ese estilo que le llevó a la cumbre. En Estambul le costó entenderlo. Y el marcador bondadoso, en el fondo, es una amenaza.
Del Bosque se empeña en adelantar a Xavi y reducir su influenciaEn términos individuales, España necesita a Xavi, no puede renunciar a su juego y su liderazgo. Pero la alineación volvió a sacarle de sitio, a condenarle a un rol secundario. Del Bosque trató de sortear las malas señales del sábado con un movimiento equivocado de piezas. Fulminó a un delantero (Villa) y dibujó una línea de cinco centrocampistas con ocupación de bandas.
Pero mantuvo el doble pivote del Bernabéu (Xabi Alonso y Senna, que siguen sin juntar bien y gritan alto que sobra uno) y empujó a Xavi demasiado arriba, reduciendo su campo de maniobra y su protagonismo.
Los diez minutos iniciales, quizás para aguantar el arreón local previsto, fueron un disparate. España decidió aguardar en la mitad del campo, cerrar líneas y soltar pelotazos sin sentido. España no era España. Cuando entendió controlada la temperatura, se animó a tener el balón, pero sin profundidad, sin velocidad, sin movilidad por delante, sin causar un rasguño.
Como Turquía tampoco exigía, España sospechó que vivía cómoda. Pero era mentira. Con una sola jugada, Turquía se bastó para enseñar las grietas de su defensa: caracoleo de Arda por la izquierda y centro picado al centro del área al que acude Tuncay en diagonal. Hasta tres veces se comió España el engaño, una con gol de castigo.
Lesión de SennaLa selección descarta ya a Turquía como primera de grupoLa segunda mitad no mejoró el panorama propio, salvo por la renuncia ajena. Turquía se conformó con el 1-0 y se acolchó sobre su área. Se lo hizo pagar un regalo de Volkan en un córner, estropeado aún más por las manos de su defensa, que niveló el resultado.
El rumbo del juego lo pudo corregir un instante después un teórico contratiempo: la lesión de Senna. De pronto, Xabi se quedó solo para asumir en solitario su zona y Xavi recuperó metros, libertad de maniobra y el mando. Pero Del Bosque decidió esposarle de nuevo en menos de diez minutos, con la salida de Busquets para convivir con Xabi. La medida daba por bueno un empate al que sólo Güiza se negó.
Salió fresco en los cinco últimos minutos y se dejó la vida. Su pelea dio finalmente un triunfo que mantiene en lo más alto la aritmética. Pero España debería replantearse su nueva imagen, su viaje a contraestilo hacia otro fútbol peor. Con la identidad no se juega.
TURQUÍA 1 - ESPAÑA 2Turquía: Volkan; Gonül, Asik, Balta, Uzulmez; Tuncay, Mehmet Aurelio, Emre, Arda Turan (Sahin, m.88); Nihat (Karadeniz, m.77) y Sentürk (Sabri, , m.80).
España: Casillas; Ramos, Marchena, Piqué, Capdevila; Senna (Cazorla, m.67), Xabi Alonso; Silva (Busquets, m.75), Xavi, Riera; y Torres (Güiza, m.85).
Goles: 1-0. M.25. Arda Turan pica sobre el área, Tuncay recibe solo y se la regala a Sentürk, que marca a placer. 1-1. M.61. Volkan se come un saque de esquina de Xavi, Torres cabecea a placer y el balón golpea en la mano de Uzulmez. Xabi Alonso marca con delicadeza el penalti. 1-2. M.90. Güiza pelea un pelotazo por la derecha, se la lleva con la cabeza y se la regala a Riera, que llega solo por el centro y marca a placer.
Árbitro: Riley (Inglaterra). Amarilla a Uzulmez, Asik, Sentürk, Ramos, Emre,
Ali Semi Yen: 24.000 espectadores.
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