Bastó con echar un vistazo a la banda y ver a Pep Guardiola con corbata para comprender la importancia que el técnico del Barça le concedía al partido. La ocasión no sólo era especial por tratarse de su debut en Liga de Campeones. El titubeante arranque liguero de su proyecto añadía presión a la cita y no permitía licencias. El buen juego y los resultados se retroalimentan, aunque lo único que hace coincidir a ambos es el gol.

Anoche fueron tres, suficientes para derrotar al Sporting de Lisboa, pero, sobre todo, para ganar tiempo. El que necesita Guardiola para recuperar a un equipo que ahora sabe lo que tiene que hacer, pero que todavía no siempre lo hace como debe. Entre otras razones porque Messi, el futbolista que debe ser referencia, aún no es Messi. Para compensarlo, ahí estuvo la pareja Iniesta-Xavi. Su conexión en el tercer gol garantizó la victoria y despejó las pocas pero postreras dudas que sembró el Sporting lisboeta.

Guardiola alineó un once sin reservas. Por más que Pep quiera darle protagonismo a la cantera, y se lo seguirá dando, hay momentos en los que los que más cobran tienen que justificar sus sueldos y asumir la responsabilidad. Con los otrora fantásticos Messi, Etoo y Henry en punta. Con Keita escoltando a los intocables Iniesta y Xavi. Y con una defensa formada por tres centrales (Piqué, Márquez y Puyol), aunque con Alves pendiente de bascular y ocupar el puesto de lateral derecho en cuanto el Barça perdía la pelota.

Con la propuesta clara, los azulgrana tiraron de guión para meterse de lleno en el partido y buscar el ansiado gol. Iniesta estrenó el contador de tiros a puerta. Henry y Xavi también se animaron. Messi hizo un para de jugadas típicas de su (ahora) crítico Maradona y el Barça volvió a merodear el gol. Sin embargo, el que abrió la lata fue Márquez, en un error clamoroso de la defensa portuguesa. El Camp Nou respiró aliviado y es de suponer que Guardiola el que más. Pep se sacudió la responsabilidad de la falta de goles con una argumentación indigna de su inteligencia y que, en su defensa, sólo se puede poner en el debe de su aireada inexperiencia. Decir que el gol no se entrena y que su ausencia es difícil de corregir suena a excusa de principiante. Sobre todo teniendo los delanteros que tiene, aunque algunos, como Henry, rocen la inoperancia y otros, como Bojan, calienten banquillo.

Caso a parte es Etoo, que no es el que un día fue. Por muchos goles que metiera en pretemporada, el camerunés no está a la altura de las circunstancias. Y no por actitud, sino por falta de frescura metal y física para visualizar el gol. Tal vez por ello, Etoo se pidió tirar el rigurosísimo penalti del que fue protagonista. Marcó y en un gesto de agradecimiento se lo dedicó a Guardiola.

El Sporting de Paulo Bento es un equipo pinturero. Aparenta ser mejor de lo que realmente es. Mientras el monopolio de la posesión fue del Barça, los portugueses poco o nada dijeron en el partido. Sólo el gol de Tonel descolocó del tablero al Barça, que pasó de dominar a dudar.

Con independencia del histrionismo de Cruyff, a quien el partido ante el Racing le pareció el mejor del Barça en muchos años, parecía evidente que el equipo azulgrana necesitaba un triunfo más o menos convincente para liberarse de la ansiedad. Desconozco si el partido de anoche la pareció bueno, malo o regular a Cruyff. El caso es que el Barça ganó. Lejos de ser una conclusión resultadista, y después de dos partidos en los que Si lo que Johan quiere es echarle una mano a Pep no debería ser tan contundente en sus elogios. Más que nada porque son regalos envenenados.

 Barcelona 3: Valdés; Piqué, Márquez, Puyol (Sylvinho, m. 89); Alves, Xavi, Keita, Iniesta; Messi, Etoo (Touré m. 66)y Henry (Pedro, m.74).

 Sporting Lisboa 1: Ruí Patricio; Abel, Tonel, Polga, Caneira (Pereirinha, min.79; Rochemback, Moutinho, Romagnoli (Veloso, m.64), Izmailov; Derlei y Yannick (Postiga, m.61).

Goles: 1-0. M.21. Márquez, de cabeza a la salida de un córner. 2-0. M. 60. Etoo, de penalti.2-1. M.72. Tonel se anticipa a la defensa del Barça en una falta botada por Veloso. 3-1. M. Xavi, llegando desde atrás, a pase de Iniesta.

Árbitro: Duhamel (Francia). Amarilla a Piqué.

Camp Nou: 58.354 espectadores.