El gordo aparece en el descuento

El Sevilla consiguió en el descuento un 2X1: la clasificación matemática para la Liga de Campeones a costa de certificar su tercer puesto en la Liga. Su triunfo pone el colofón a una temporada sobresaliente en sus números.

Manolo Jiménez, quizás como despedida, obsequió al Pizjuán con lo que tantas broncas le ha costado: el equipo que junta a Navas, Capel, Luis Fabiano y Kanouté. La puesta en escena fue más efectista que efectiva porque al Sevilla se le atragantó el partido principalmente por el orden y el buen fútbol del Depor hasta la entrada de Perotti en la segunda parte. El equipo de Lotina encontró más caminos de lo que se esperaba, bien buscando la segunda jugada para mantenerse un rato cerca de Palop o bien al contragolpe tocando con sentido.

El Sevilla crujía por la banda derecha donde Adriano, que ataca bien y es un marciano defendiendo, dejaba el camino libre a Guardado. Ni con sus dos puñales el Sevilla lograba desbordar por los costados y las dos ocasiones que dispuso en la primera parte, una volea de Kanoute y un remate de cabeza de Luis Fabiano llegaron en jugadas poco armadas, con centros al azar.

Antes del descanso el Depor, que estaba cosiendo sus jugadas mejor que el Sevilla, organizó un par de contras. En la primera, Sergio estuvo lento para meter la uña cuando se quedó ante Palop.

Jiménez logró desatar el partido en la segunda mitad con Perotti. El argentino le puso una velocidad más al equipo y saliéndose de la banda consiguió que el Depor dudase. Navas le cogió la medida a Filipe y el Sevilla inició un ametrallamiento a Aranzubía, que evitó dos goles. El Depor se recuperó en el último tramo y la grada empezó a mosquearse. Pero llegó Perotti, en el 90, para cabecear la Champions. Fuegos artificiales y fiesta como si se tratase de un título.